Cuando un nuevo año asoma ya por la puerta, es lógico que todas las empresas y sectores haga tanto un balance del año que se cierra, y buscan conocer cuáles serán los retos y oportunidades que se abren para el nuevo curso.

Los retos para el 2024

El sector del transporte de mercancías se enfrenta a diversos desafíos y previsiones en 2024. Lo primero que debemos de considerar es el crecimiento de la economía tanto en España como en Europa. La ralentización del crecimiento, y la incertidumbre, son dos factores a tener muy en cuenta, a lo que, además, debemos de unir los potenciales escenarios que puedan ocurrir. El reto de la situación económica es, por lo tanto, el primer factor a tener en cuenta

La principal consecuencia del reto del crecimiento económico será para el transporte terrestre en el 2024 su propio crecimiento. Con las cifras en la mano, el primer reto a superar será la de un crecimiento muy moderado del sector. Los kilos transportados, así como los flujos, pueden tener un estancamiento durante el primer semestre del 2024. Así lo apuntan todos los analistas, y así también lo recogimos en informacionlogistica.com

Otro de los retos será afrontar ser parte de unas cadenas de suministro muy tensas, con flujos cada vez más cortos, y es que la gran mayoría de empresas han reducido sus stocks e inventarios durante el 2023, por lo que el suministro de materias primas o productos terminados, toma cada vez mayor importancia.

Durante el primer semestre, la previsión es que la demanda de transporte quede cubierta por la oferta actual, pero en cuanto el ciclo económico repunte, se podrá asistir a un desequilibrio en la balanza, con una mayor demanda que oferta. La consecuencia final puede ser la de la recuperación de los precios de los servicios, actualmente a la baja en el transporte terrestre tanto nacional como internacional.

Continuando con los retos, el de la sostenibilidad ya es uno de los que quedarán como tal, durante un tiempo largo, a tenor de lo que hemos podido ir observando durante el 2023, y de las distintas legislaciones que han sido aprobadas cara al futuro. Estas circunstancias exigen al sector la adopción de medidas sostenibles para reducir el impacto ambiental de la industria.

Uno de los principales retos en el transporte de mercancías es la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Será fundamental reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y minimizar la huella de carbono, y es que las distintas legislaciones aprobadas por la Unión Europea, así lo obligan.

Para lograrlo, se requiere el desarrollo e implementación de tecnologías más limpias, de las que más adelante hablaremos, ya que la vertiente de la tecnología, tiene también otro aspecto, además del de la sostenibilidad, como es el de la propia transformación del sector.

El reto para el 2024 será seguir trabajando en la implementación de nuevas tecnologías para las empresas que ya han comenzado en esa transformación, y dar el pistoletazo de salida para las que hasta el momento no han iniciado la transición, que es fundamental para la supervivencia futura del negocio. Las 3 tecnologías o vías de mejora para el 2024, serán muy similares a las de años precedentes:

  • Inteligencia artificial: todo lo relacionado con la gestión del dato y su analítica avanzada, suponen un reto de clara mejora, permitiendo una gestión más eficiente de los recursos, una mayor capacidad predictiva en los recursos o de los requerimientos y tendencias del mercado.
  • IoT: incluso, dentro del Internet de las cosas, podríamos incluir todo lo relacionado con la sonorización de medios y mercancías, cuya información produce una mejora en los tiempos de respuesta, o aumentar la coordinación entre los distintos actores involucrados en la cadena de suministro.
  • Digitalización y automatización: la automatización de procesos y el uso de plataformas digitales simplifican la gestión del día a día en una empresa de transporte. La gestión de pedidos, la planificación de rutas y el seguimiento de las entregas, lo que agiliza los tiempos de respuesta y permite una mayor visibilidad durante todo el proceso logístico, sin olvidar los sistemas de reporte o atención al cliente, apoyados en tecnologías de RPA y de LLM (ChatGPT).

Y no hablemos del reto de las personas, uno de los grandes problemas del sector. No solo la falta de mano de obra especializada se centra en los conductores, parte muy visible. La falta de profesionales la podremos ver también en los equipos de gestión operativa y tráfico, que es el verdadero "corazón" de las empresas de transporte.

La falta de relevo es uno de los retos más importantes que afronta el sector en los próximos dos años.

Las oportunidades del transporte terrestre en el 2024

Cara al nuevo año, se abren distintas oportunidades para el sector del transporte. La primera oportunidad viene ciertamente empujada por la situación actual, con una mayor oferta que demanda de transporte. La situación abre una potencial posibilidad de concentración en el sector, sea mediante distintas alianzas o por operaciones de compra venta.

La gran atomización del sector, sobre todo en España, obliga a afrontar una situación de concentración empresarial si se quiere no solo abordar los retos del futuro, sino el reto de la propia supervivencia del propio sector.

Al hilo de la supervivencia, otra de las oportunidades que se abren durante el 2024 para toda empresa de transporte es la gestión de los costes y su impacto en las tarifas. Se espera que en el 2024 se siga manteniendo una alta presión sobre los precios debido a la competencia y la necesidad del mantenimiento de los márgenes operativos. Y es precisamente esa situación la que se puede cambiar, y debe de cambiar el sector, convirtiéndolo en la oportunidad de ajustar las tarifas a sus clientes, elevando el margen de rentabilidad por operación de transporte realizada.

Poder cambiar la situación de las tarifas a oportunidad, esta única y exclusivamente en manos del propio sector, por lo que no debería de dejar pasar la ocasión. Pero si la situación pudiera ser no favorable en este sentido, podríamos enunciar la tercera oportunidad para el sector durante el 2024, que sería la colaboración entre empresas.

Los nuevos tiempos requieren de nuevas fórmulas, y de nuevos formatos. La colaboración entre empresas de transporte, hasta ayer "competidores", se presenta como una oportunidad magnífica en la que coordinar operaciones conjuntas, buscando no solo el mantenimiento del servicio, sino también pudiendo abordar una clara y real mejora de los márgenes empresariales.

Esta colaboración es potencialmente más posible en subsectores como la distribución de pequeña paquetería o ecommerce, o la DUM, pero no deberíamos de dejar de explorar otras opciones, por muy peregrinas que puedan suponer a primera instancia.

Y es que en el 2024, la supervivencia de un sector tan fundamental como el del transporte, está en juego.

Carlos Zubialde

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