Los tiempos cambian, las economías evolucionan y sectores tan dinámicos como lo son el transporte, también evolucionan para poder seguir ofreciendo esos servicios esenciales sin los que cualquier país quedaría paralizado y desbastecido completamente.

Pero algunos tipos de transporte no han sufrido tantos cambios a lo largo de los años, se han digamos modernizado, pero la esencia de los orígenes sigue estando muy vigente en pleno siglo XXI. El ejemplo claro los tenemos por ejemplo en los servicios circulares o más conocidos como “milk run” del que ya hablamos en informacionlogistica.com, o de los “transportes técnicos” o por relevos, de los cuales hablaremos a continuación.

Los transportes técnicos nacen sobre todo a la luz de la industria automovilista, una industria pujante y en vanguardia, para quienes parar una línea de producción es un auténtico drama. Hace ya varias décadas, algunas renombradas marcas automovilistas tenían que conectar sus distintas fábricas, ya que los componentes se fabricaban en lugares distintos, es decir, los motores se podían fabricar en Francia, todas las partes plásticas como parachoques en España, los frenos en Italia y así una larga lista.

Lo que idearon fue un sistema de transporte que hoy sigue completamente vigente, lo que se mueve de forma constante es el remolque entre fábricas, remolque que es arrastrado por distintas cabezas tractoras que hacen el cambio en puntos elegidos de forma estratégica o incluso se hace un cambio de conductor o conductores, cuando esto lo requiere.

Con el transporte técnico, el remolque está en constante movimiento, no se ve afectado por las paradas y descansos del conductor, ya que este cambia sea porque se cambia la tractora o porque se cambia de conductor y cada uno de ellos lleva su tacógrafo, que registra su actividad.

Este sistema esta hoy día en boca de muchos en el sector del transporte debido a la irrupción de la startup Trucksters, quien está aplicando a este sistema una variable muy interesante: determinan el punto de cambio del conductor en zonas donde los implicados siempre vuelvan a su casa y duerman en su cama. Para ello están generando “corredores” de transporte entre los principales países, y añadiendo la variable del conductor a la ecuación, lograr un servicio impecable realizado por conductores profesionales que terminan su jornada laboral en su casa, en lugar de un rincón perdido de un aparcamiento por Europa.

Lo interesante de la apuesta de trucksters no es el planteamiento operativo (que también), sino que han introducido al conductor en la variable, en un momento donde la renovación generacional está en serio peligro. Veremos su evolución, pero el planteamiento inicial resulta de lo más atractivo.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde