En la actualidad, la logística no solo se trata de mover productos de un punto A a un punto B; se trata de hacerlo de manera eficiente y, lo que es más importante, sostenible. La "logística verde" ha dejado de ser un término de moda para convertirse en una necesidad.

La Huella Ecológica: Un Desafío Inminente

El cambio climático y la crisis ambiental nos han puesto en jaque. En el ámbito de la logística, esto se traduce en la necesidad de reducir la huella de carbono. Sin embargo, esta responsabilidad no recae únicamente en las empresas; los clientes también deben cambiar sus hábitos de consumo. Ambos actores, tanto las empresas como los consumidores, juegan un papel crucial en esta transformación hacia un modelo logístico más sostenible.

Por un lado, las empresas, independientemente de su tamaño, están comenzando a adoptar medidas para minimizar su impacto ambiental. Esto incluye desde el uso de vehículos eléctricos hasta la optimización de rutas para reducir el consumo de combustible.

Por otro lado, los consumidores deben priorizar las opciones más sostenibles, aunque esto implique un coste adicional. Sin embargo, la realidad es que muchos clientes aún desean recibir su paquete de Amazon al día siguiente, y algunos compran varias tallas de una prenda para probarlas en casa y luego devolverlas. Este comportamiento contribuye significativamente a la ineficiencia y el desperdicio en la cadena de suministro. Entonces, surge la pregunta: ¿Cómo podemos abordar estos comportamientos?

El Papel de la Educación Social

La educación del consumidor debe ser promovida tanto por las empresas como por las organizaciones públicas. No sirve de nada que una empresa ofrezca opciones ecológicas y con visión de futuro si otra empresa sigue actuando de manera poco sostenible y compite solo en precio. Los consumidores están cada vez más informados y exigentes respecto a la sostenibilidad, pero también deben estar dispuestos a asumir el coste asociado. Prefieren empresas que se alinean con sus valores ecológicos, pero deben desafiar a aquellas que ofrecen servicios más contaminantes por un precio menor.

Además, es fundamental que las empresas sean transparentes en sus prácticas sostenibles y comuniquen de manera efectiva sus esfuerzos y logros en este ámbito. Campañas de sensibilización y programas de fidelización que recompensen a los clientes por elegir opciones sostenibles pueden jugar un papel importante en cambiar los hábitos de consumo. Las organizaciones públicas también deben involucrarse más activamente, proporcionando incentivos fiscales a las empresas que implementen prácticas verdes y promoviendo políticas que favorezcan el consumo responsable.

Logística colaborativa: Clave para el Futuro

La colaboración entre diferentes actores de la cadena de suministro es crucial. Aunque en cierta manera parezca utópico, las alianzas estratégicas entre empresas pueden facilitar la adopción de prácticas sostenibles y ser el motor que impulse la revolución logística sostenible. Por otra parte, se debe aprovechar el enorme caudal de talento que emerge de las universidades con aires renovados y con perspectivas ecologistas para conseguir el cambio logístico que se necesita.

El camino hacia una logística verdaderamente sostenible no es fácil, pero es imprescindible. La pareja "sostenible y barato" es imposible (por el momento) de alcanzar simultáneamente. La transición hacia prácticas logísticas verdes requiere un compromiso firme tanto de las empresas como de los consumidores. Solo con esfuerzos conjuntos y una visión compartida se podrá conseguir un modelo rentable y sostenible para los próximos años.

Autor: Ivan Cascant

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