Alemania rechaza proyecto ferroviario transfronterizo, poniendo en riesgo la conexión con el túnel de base del Brennero
La reciente decisión del Landtag de Baviera afecta gravemente el avance del crucial túnel ferroviario transfronterizo del Brennero.

El 24 de febrero de 2025, la construcción del túnel ferroviario de base del Brennero se acerca a su finalización, con solo 440 metros pendientes para completar casi 40 kilómetros de las galerías principales. Sin embargo, el progreso del proyecto enfrenta un obstáculo significativo en Alemania, donde una coalición en el Landtag de Baviera ha rechazado el nuevo proyecto de línea hacia el traforo transfronterizo. Este rechazo podría afectar gravemente la transición hacia la realización del proyecto, que es considerado crucial para la conectividad regional.
La decisión en Baviera no solo extenderá los tiempos de desarrollo, sino que también aumentará considerablemente los costos asociados a la realización del trayecto. Las estimaciones indican que no se volverá a hablar del proyecto antes de 2050, lo que limita las capacidades del nuevo corredor transfronterizo, que se basa principalmente en la finalización del túnel de base del Brennero.
A pesar de años de planificación laboriosa, donde en 2021 Austria y Alemania habían acordado un esquema general del nuevo ferrocarril de alta capacidad, el proyecto ha sido descuidado en Alemania, que ya destina considerables recursos a la mejora de su red ferroviaria nacional. En contraste, Austria e Italia están avanzando activamente en la ejecución de tramos operativos. Desde 1994, Austria ha completado varias secciones importantes, como la primera línea de 40 kilómetros en la baja valle del Inn, que fue inaugurada en 2012, y más recientemente, en 2023, se pasó a la fase operativa de la sección que conecta Radfeld con Schaftenau, cerca de la frontera con Alemania.
La variante de acceso al túnel de base, que comenzaría en Ostermünchen y se extendería hasta Schaftenau, representa la posibilidad de un enlace más eficiente, pero se enfrenta a la desmotivación de Alemania, que considera la inversión como demasiado peripheral en comparación con las demandas de su propia red ferroviaria. Por su parte, Italia avanza de manera firme con sus trabajos, abriendo cantieri para la variante prioritaria entre Fortezza y Ponte Gardena, lo que demuestra un compromiso claro con el desarrollo ferroviario que contrasta con la situación de Alemania.