Se sigue manteniendo la morosidad en el transporte

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Se sigue manteniendo la morosidad en el transporte

Que la morosidad es uno de los grandes desafíos operativos y financieros para las empresas de transporte es de sobra conocido. La morosidad en los pagos por parte de los cargadores y la excesiva tardanza afecta no solo la liquidez de las empresas transportistas, sino que también tiene implicaciones

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Que la morosidad es uno de los grandes desafíos operativos y financieros para las empresas de transporte es de sobra conocido. La morosidad en los pagos por parte de los cargadores y la excesiva tardanza afecta no solo la liquidez de las empresas transportistas, sino que también tiene implicaciones más amplias para la estabilidad global de todo el sector.

Por mucho que se remarque esto, la situación no cambia para el sector y es que en el segundo trimestre de 2024, el plazo medio de pago a los transportistas se ha mantenido en 65 días, según datos recientes. Este promedio refleja la duración habitual que los cargadores tardan en liquidar sus deudas con las empresas de transporte. Aunque estos plazos se han estabilizado tras varios meses de reducción constante, la mitad de los cargadores sigue incumpliendo los plazos máximos establecidos, que recordemos es de 30 días desde la realización del servicio, ampliable a 60 días si existe pacto entre ambas partes.

De estos incumplimientos, el 74% son considerados leves, con plazos de pago que oscilan entre 60 y 90 días. Sin embargo, aún persiste un 12% de empresas que extienden sus pagos hasta 120 días, una mejora respecto al año anterior, cuando esta franja de incumplimiento era superior al 20%. Esta tendencia positiva sugiere que, aunque los problemas persisten, se están tomando medidas para mejorar la puntualidad en los pagos.

Y no debemos de dejar de recordar que la demora en recibir pagos causa problemas de flujo de caja, dificultando la capacidad de las empresas de transporte para cumplir con sus propias obligaciones financieras, como el pago de salarios, mantenimiento de vehículos y adquisición de productos necesarios para la operación diaria o el pago a sus propios proveedores.

Mirando hacia el futuro, es crucial que el sector del transporte y la logística siga trabajando para mejorar la puntualidad de los pagos. Las asociaciones y organismos del sector deben continuar abogando por políticas y regulaciones que protejan a las empresas de transporte de prácticas de pago abusivas, y contar con un mayor apoyo de las instituciones, en concreto por parte del Ministerio de Transporte, cuya labor de inspección ya tiene resultados visibles.