Y Tesla quiere introducir su camión eléctrico en Europa
El transporte y la logística están en una fase de transformación sin precedentes; la creciente demanda de sostenibilidad y la necesidad de cumplir con las normativas ambientales cada vez más estrictas en Europa suponen que el sector debe de cambiar en los próximos años de forma muy profunda.

El transporte y la logística están en una fase de transformación sin precedentes; la creciente demanda de sostenibilidad y la necesidad de cumplir con las normativas ambientales cada vez más estrictas en Europa suponen que el sector debe de cambiar en los próximos años de forma muy profunda.
La electrificación del transporte de mercancías por carretera es una tendencia que se ha venido gestando durante años desde los poderes políticos de la Unión Europea, pero que ahora está tomando fuerza con la entrada de nuevos actores que buscan conquistar el mercado europeo, como es el caso de la empresa propiedad de Elon Musk, Tesla. Este tipo de empresas innovadoras están apostando fuerte por la introducción de camiones eléctricos en las carreteras europeas, suponiendo un desafío significativo para las infraestructuras actuales y las dinámicas de negocio del sector.
Una de las claves para el éxito de esta transición estará en la capacidad de las empresas de transporte para adaptarse a las especificidades del mercado europeo. Europa es un territorio diverso, con un entramado de infraestructuras y regulaciones que varían significativamente de un país a otro, aunque la Unión Europea quiera unificar las mismas. Algunos puntos muy críticos de los que tenemos que poner un importante foco es la planificación de rutas optimizadas para la recarga hasta la creación de redes de soporte y mantenimiento que aseguren la operatividad continua de los vehículos, que en el fondo supondrá un importante cambio sobre la manera de trabajo actual.
El interés en el mercado europeo no es nuevo, pero en los últimos tiempos ha cobrado un impulso renovado, y Tesla no quiere quedarse atrás en esta carrera. Estas empresas, que buscan posicionarse en el sector logístico europeo, están invirtiendo en la creación de sedes y centros de operaciones estratégicos en ciudades clave del continente. Estos centros no solo facilitan la entrega de camiones eléctricos a los clientes, sino que también sirven como puntos de apoyo para la expansión futura, proporcionando servicios de postventa y mantenimiento esenciales para mantener la competitividad en un mercado tan exigente.
Para todo ello, precisan además contar con los mejores profesionales del sector, y siguiendo esta línea, Tesla ha lanzado una propuesta de contratación en la página que destina a las ofertas de empleo de Tesla, como una oferta para contratar a un Jefe de Desarrollo de Negocios Semi Truck EMEA, que tiene sus sedes centrales en Ámsterdam y en Berlín,
Todas estas compañías saben que el impacto de la electrificación del transporte pesado en Europa será profundo y de largo alcance. En primer lugar, se espera una reducción significativa en las emisiones de gases de efecto invernadero para contribuir a alcanzar los objetivos climáticos de la Unión Europea, por muy ambiciosos que estos puedan suponer (incluso tildados de imaginarios o imposibles de lograr en la situación actual del sector del transporte).
Pero más allá del impacto ambiental, la introducción de camiones eléctricos también impulsará la innovación en la logística. La necesidad de optimizar las rutas de transporte para maximizar la eficiencia de los vehículos eléctricos tiene que llevar a mejoras en la gestión de la cadena de suministro, preguntándonos si la actual estructura o cadena de suministro será posible con el camión eléctrico, o por contra, la cuestión no solo será cambiar de camión, sino también cambiar la forma de gestionar el transporte.
Sin embargo, hay otros aspectos más "mundanos" que preocupan actualmente al sector, obstáculos que tienen por el momento una difícil coyuntura y solución. Uno de los principales obstáculos será la infraestructura de recarga, que aún no está completamente desarrollada en muchas partes de Europa. Para que los camiones eléctricos puedan operar de manera eficiente, es necesario un despliegue masivo de estaciones de recarga rápida, especialmente en rutas de transporte clave. Esto requerirá una colaboración estrecha entre el sector privado y los gobiernos locales, así como inversiones significativas en infraestructura, cuestión que todavía esta en fases muy incipientes.
Otro desafío importante será el costo inicial de adquisición de los camiones eléctricos, que sigue siendo considerablemente más alto que el de los vehículos diésel convencionales. Aunque los costos operativos a largo plazo de los camiones eléctricos son más bajos, debido a menores gastos en combustible y mantenimiento, las empresas de transporte deberán hacer frente a un desembolso inicial elevado. Sumado esto a la situación de un sector muy atomizado y envejecido, supone un verdadero reto.
La formación del personal también es un aspecto crucial en esta transición, los conductores y técnicos de mantenimiento tendrán que adquirir nuevas habilidades para operar y mantener los camiones eléctricos, lo que requerirá programas de formación especializados -y fuertes inversiones en infraestructuras de seguridad, que serán necesarias acometer dentro de los talleres especializados donde poder operar con los camiones eléctricos.
La clave para el éxito en esta nueva era del transporte radicará en la capacidad de las empresas del sector para adaptarse a los cambios, innovar y establecer relaciones sólidas con sus clientes, pero eso sí, con una importante ayuda institucional tanto en la parte legislativa como en la económica. Veremos también como actúan otros actores como Tesla dentro de la función, de la que el telón acaba de levantarse.