Digitalización y sostenibilidad, son las dos palabras más utilizadas en los últimos meses en el transporte, como si ambas fuera el santo grial que salve a un sector tan castigado.
Y se utilizan tanto, que los clientes ya creen, piensan que todas las empresas de transporte se han digitalizado, han implementado tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Big Data o el Machine Learning en sus operaciones diarias. Y lo utilizan también para "rebajar" esa euforia para terminar diciendo aquello tan viejo de que "todas las empresas de transporte son iguales", por lo que terminaré eligiendo el más barato.
La realidad es mucho más cruda, el nivel "real" de digitalización es muy distinto, primero si miramos por subsectores (por ejemplo, la paquetería o mensajería está mucho más digitalizada en sus operaciones que la carga completa o el grupaje) la fotografía es muy distinta, los niveles son diferentes. Y luego, están las empresas, la realidad y no la que aparece en sus publicaciones de Linkedin, ya que en algunos casos, incluso empieza a no solo ser escandaloso, también produce cierta vergüenza ajena.
Podríamos decir que hay 4 grandes grupos de empresas, dependiendo de su nivel de digitalización, esta sería la fotografía más real de la "verdadera" transformación digital en el transporte terrestre:
100% digitales
Comencemos por las empresas que si son digitales, es más, su ADN es 100% digital. En este selecto grupo podemos localizar empresas que apuestan por un cambio del sector, desde la digitalización. También debemos de señalar que en este grupo NO incluimos plataformas online de contratación de transporte, ya que estas actúan como transitarios con medios digitales; en este grupo entran empresas que realizan labores de transporte, pero apalancándose en la tecnología.
En este apartado si nombraremos algunos ejemplos, entendiendo que su idiosincrasia es por el momento minoritario en el sector, pero que son elementos muy a tener en consideración en el futuro para el resto del transporte, por ejemplo, empresas como Trucksters, OkCargo, Tennders o EnvioxEnvio son compañías que ejercen la actividad de transporte (no intermedian), pero aplican por medio de su plataforma la actividad, añadiendo tecnologías como la Inteligencia Artificial en la planificación desde el minuto 1 de sus operaciones.
Fase media
Dentro de la fase media podemos encontrar dos tipos distintos de empresas, por un lado, compañías de un tamaño importante (multinacionales, etc) así como compañías de tamaño menor, pero que ya han iniciado un proceso de digitalización más o menos reglado. Y este es el gran problema de las empresas de este grupo, una mayoría de ellas han digitalizado de forma localizada, sin haber realizado una guía o Roadmap de todo el camino que supondrá la transformación digital, qué departamentos y procesos deberán de ser abordados, así como un cronograma temporal y económico.
También es de reseñar que en este grupo comienza a ser más visible la figura del responsable de transformación digital, aunque todavía sigue siendo un movimiento minoritario. Los motivos que podemos encontrar son más de una índole de negocio (no se aprecia la necesidad de crear un proyecto global de transformación digital que precise de una dirección que lo gestione), además de ser una figura tan nueva, que cuya preparación (conocimientos del negocio, además de conocimientos tecnológicos y visión global) hace que el número de profesionales con capacidad, es minoritario hoy día.
Quiero y no puedo
Se puede entender que en este grupo se sitúen empresas de un tamaño medio y pequeño, que no disponen normalmente de los recursos económicos necesarios para afrontar un proceso, que entienden es necesario abordar. Acertamos sin duda, pero no son los únicos que estarían en este grupo, donde añadiremos también a un número no menor de empresas de tamaño medio o grande, que en ocasiones no disponen de las facilidades necesarias porque pertenecen a un grupo europeo, que les obliga estar alineados con las políticas globales, que en ocasiones no están alineadas con las locales del país.
Aún y todo, este sería el grupo mayoritario del sector, debido sobre todo por la composición del transporte en España, compuesto por empresas de tamaño pequeño y muy atomizado. Esa atomización hace que los ingresos y márgenes sean reducidos, dejando un nulo margen de maniobra para las inversiones necesarias que se deben de abordar en un proceso de digitalización.
Esto no quiere decir que no se digitalicen, lo hacen, pero sobre todo en áreas muy operacionales, buscando ser prácticos en sus inversiones, y que esto tenga un impacto directo sobre el día a día.
Digitalizar es una quimera
Otro gran grupo, posiblemente el segundo de mayor tamaño, que es el compuesto por todas esas empresas que ni se plantean un proceso de digitalización, ven este proceso como falto de realidad y vacío, prefiriendo seguir haciendo las cosas "como las hemos hecho toda la vida".
Este grupo tiene una denominación común, y es que sus direcciones son habitualmente ocupadas por personas sin una cultura digital, no son nativos digitales, entienden lo que se plantea, pero les resulta difícil abordar un proceso de este tipo por entender que, en realidad, lo importante es hacer los servicios que el cliente demanda, al menor precio posible, y con la mayor calidad posible.
En algún caso, es posible también encontrar esta situación empresas de mayor tamaño, pero cuya dirección tiene el mismo perfil, por lo que "frena" cualquier iniciativa que suponga digitalizarse, permitiendo, en el mejor de los casos, abordar algún proceso de digitalización muy operativo, y de forma puntual.
¿Y esto es todo?
Puede pensar el lector que esto es todo, pero no es así, hay una quinta figura, no es un grupo porque nos podemos encontrar en ella a empresas de cualquier tipo, y son los que llamaremos "marquetinianos". Estas empresas, aun siendo conscientes de su falta de recorrido en el proceso de transformación digital, comunican externamente una imagen irreal, no solo de apostar por la Inteligencia Artificial y similares, incluso alguna anuncia su uso diario, cuando la realidad desmiente de plano esa afirmación.
Las comunicaciones en redes sociales como Linkedin o twitter, o en publicaciones sectoriales se comienzan a llenar de anuncios de empresas de transporte que dicen aplicar lo último en tecnología, cuando la realidad no es esa.
Esta situación de cierto engaño, no tendría mayor importancia, de no ser del daño que produce al sector, ya que el cliente al final no percibe esa mejora en el servicio, y vuelve a la frase que anotábamos al inicio de este artículo, y es que "todas las empresas de transporte, son iguales". Intentar engañar al cliente ocultando información de un viaje o mediante una publicación en Linkedin, solo demuestra que el sector debe de seguir trabajando por cambiar sus hábitos, y es que la realidad es, que NO todas las empresas de transporte son iguales.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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