¿Apuestan las empresas de transporte y la logística por el Big Data?
Es una realidad que la gran mayoría de empresas hacen una “declaración de intenciones” cuando hablan de considerar la transformación digital de sus procesos y estructuras como un paso fundamental en el futuro, pero la realidad muchas veces se queda en eso, en una declaración de intenciones.

Es una realidad que la gran mayoría de empresas hacen una “declaración de intenciones” cuando hablan de considerar la transformación digital de sus procesos y estructuras como un paso fundamental en el futuro, pero la realidad muchas veces se queda en eso, en una declaración de intenciones.
Por mucho que se puede pensar, los sectores del transporte y la logística son vanguardia en la aplicación de nuevas tecnologías, solo tenemos que ver el nivel de digitalización existente para el seguimiento, control y entrega de un envío cuando hablamos de paquetería, o del nivel de seguimiento digitalizado del transporte terrestre internacional mediante no solo los GPS y gestores de flotas, sino con la llegada de la segunda generación de tacógrafos que incluyen un seguimiento al segundo.
El problema de las empresas de transporte y logística cuando hablamos de digitalización, surge en el momento en el que estas aplicaciones han de saltar desde los procesos operativos hacia otras estructuras. Se considera que el Big Data o la Inteligencia Artificial son tecnologías disruptivas, se quiere confiar en estas tecnologías, pero su aplicación real no está alineada con las declaraciones de intenciones.
Uno de los impedimentos o argumentos que frenan la implantación de estas nuevas tecnologías suelen relacionarse con la falta de tiempo para abordar una integración de ese tipo, y sobre todo, se aduce a que el coste económico es muy elevado, no entendiendo que NO es un coste, sino una inversión. Los beneficios que aporta la transformación digital a la empresa de transporte o logística son fácilmente cuantificables, la eficiencia en los procesos se hace patente y cuantificable. Además, la calidad del servicio se eleva de forma no solo notoria, sino cuantificable. Y por último, eliminando procesos se eliminan costes cuantificables.
Entonces, ¿Cuál es el motivo por el cual no hay una mayor apuesta por este tipo de tecnologías?
Aun teniendo en consideración que las empresas de transporte y logística están por encima de la media tanto nacional como Europea en el uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial, solo podemos encontrar un motivo: el miedo.
Se dice que el miedo es soberano, así se demuestra en este caso. Los dos motivos más importantes que crean un freno en la digitalización (falta de tiempo y alto coste), suelen caer por su propio peso cuando se aborda este tipo de proyectos. La implantación de tecnologías que permitan la predicción de la demanda, la planificación de distribución de última milla con inteligencia artificial, o la implantación de sistemas RPA que automatizan procesos esenciales, pero que requieren de trabajo manual (por ejemplo el escaneado de CMRs etc), se hacen en periodos mucho más cortos de los que se puede pensar, y con una inversión económica mucho más contenida de la que pudiéramos imaginar.
Si es preciso para poder abordar una transformación digital en una empresa de transporte o logística, primero con los recursos propios necesarios (humanos y materiales), y acompañarse en ese “viaje” con un socio tecnológico que posea el conocimiento de la tecnología, así como el uso que se le dará en el futuro. La confianza es el pilar sobre el que se asientan este tipo de proyectos.