Si nos preguntamos como debería de ser un buen control de inventario, la respuesta “ideal” debería de ser que no es necesario, si el sistema de gestión de almacén o SGA es el idóneo, y si todos los operarios y robots, han realizado correctamente su labor.

Pero de todos es sabido que esto sería la fotografía idónea, la deseable, pero que en realidad no se cumple, por muchos factores. Desde la operativa no correcta de un operario, la mala ubicación, las derramas de mercancía gestionadas, pero luego no registradas en el sistema, etc, se encuentran errores que lastan el buen control del un inventario

Un correcto inventario permite poder optimizar el espacio en el almacén, mantener una correcta dimensión entre mercancía almacenada (stock) con el espacio destinado al mismo; permite también llevar una mejor organización del almacén, que además permite optimizar el control sobre la mercancía. No es posible olvidar que mantener un stock adecuado  optimizado, evita ocasionar un perjuicio de servicio (por falta de material) o financiero (stock inmovilizado)

Hacer un control de stock o inventario resulta ciertamente “tedioso” si para ello se tiene que destinar personal, que hace el control de forma visual y manual, escaneando la mercancía con dispositivos como pistolas de captura de códigos de barras. En muchas empresas logísticas, se “aprovechan” fechas de poco trabajo, festivos etc, para poder hacer este control, y descubrir los descuadres existentes.

Desde hace un tiempo, ciertas empresas han comenzado a realizar el control de inventario con el uso de drones que tienen incorporado un lector de códigos. Estos drones vuelan la primera vez de forma “manual”, es decir, pilotado por una persona, haciendo la lectura de toda la mercancía, y remitiendo la información vía wifi al SGA, por lo que las posibles diferencias son localizadas de forma inmediata, sin que además la actividad tenga que detenerse, y sin que se tenga que destinar personal al mismo.

Pero algunas compañías están dando un paso más, y en lugar de realizar ese control de inventario con drones y lectores de códigos, han incorporado la captura de imágenes. El funcionamiento es el mismo, solo que en lugar de un lector de códigos, tiene incorporada una cámara que captura las imágenes. Estas imágenes son enviadas a un procesador de imágenes, coloquialmente conocido como “visión artificial”; el procesamiento de imágenes es inmediato y traspasado a datos, que son incorporados al SGA.

La principal diferencia entre la lectura del código y la captura de imágenes está en que el primero, si la calidad del código a leer es relativamente malo (está arrugado, doblado, rasgado, mal puesto etc), la captura puede llegar a ser fallida. En el caso de las imágenes, todas ellas son capturadas y procesadas, por lo que el éxito en este caso es mayor. Y además, dispondremos de la imagen, con lo que en caso de una discrepancia entre lo que refleja el SGA y el dato de la captura de la imagen, podremos acceder a la imagen y sin tener que desplazarnos hasta el lugar físico, comprobar la situación de esa mercancía. Tener el control del inventario es fundamental, hacerlo cada vez es más sencillo mediante la incorporación de nuevas tecnologías

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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