No hace tanto tiempo del problema que surgió en la cadena de suministro mundial por el cierre del canal de Suez, provocado por el encallamiento del buque Evergreen, que trajo de cabeza a todo el mundo. Ahora tenemos otro segundo cuello de botella, que se está produciendo en el canal de Panamá, donde el número de buques parados sin que puedan transitar aumenta día a día.

¿El motivo?

La sequía, que está produciendo una falta de agua muy grave a nivel mundial, y que en el canal de Panamá tiene también un directo impacto. La falta de agua, y su bajo nivel, ha llevado a las autoridades del canal a reducir el número de operaciones que se pueden realizar. La consecuencia es que desde el pasado 30 de julio del 2023, las operaciones se han reducido casi un 20%, de los 38 buques diarios que traspasan el canal, a los 32.

Además, esta medidas fue seguida por otra como la reducción del calado, disminuyendo la profundidad que un buque puede alcanzar sumergido cuando traspasa el canal, pasando de los 50 a los 44 pies. Esto implica que no solo se están reduciendo las operaciones (el número de barcos que pueden pasar), significa que los buques que puede pasar son los que menor tamaño tienen, en consecuencia, los que menor carga trasportan.

Todo esto lo que está significando es una congestión importante en los entornos del canal, donde empiezan a amontonarse un número creciente de barcos (superan los 130), y con unos tiempos de espera para poder pasar el canal que está llegando hasta los 14 días.

El impacto "real" de esta situación se está danto sobre todo en segmentos muy concretos, como son los buques que transportan gráneles, fruta, gaseros o portacoches. Los grandes portacontenedores, sobre los que se apoya el comercio mundial, por el momento, no se está viendo muy afectado, sobre todo por su regularidad y su programación a largo plazo. Los grandes buques portacontenedores de las principales navieras, tienen programaciones a largo plazo, con muchos meses de antelación, lo que les hace poder reservar su "turno" en los pasos de los canales, como es en de Panamá. Esto hace que las reducciones, por el momento, no estén afectando a las mercancías que transportan, ya que quien sufre esa reducción son los barcos que transportan mercancías que no tienen rutas estables, o tienen fluctuaciones en el tiempo.

Lo que no está tan claro es que puede ocurrir en el futuro si esta situación se mantiene, y el impacto que puede tener sobre las principales economías mundiales que dependen del tránsito de sus mercancías por el canal de Panamá, como lo son Estados Unidos y Asía, principales motores mundiales.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

contacto@informacionlogistica.com