A tenor de las cifras, parece que la red pública por el momento no está enfocando su red para el camión eléctrico, ni por las dimensiones de las instalaciones ni tampoco por la energía que precisan esos para su carga, y es que de casi 38.000 puntos de recarga, solo 451 llegan a loas 350 kW que necesita un camión para realizar una carga de garantías según la regulación europea de infraestructuras.

La realidad es que la mayoría de la red pública de recargas española está compuesto por cargadores de baja potencia; aun siendo independiente su capacidad de carga, todos ellos no son válidos para la carga de un camión, lo que por el momento supone un importante problema para el despliegue de este tipo de vehículos. Debemos de tener en cuenta que para la carga de un camión se precisaría una capacidad de carga de entre 150 kW y 350 kW.

Con estos datos, parece ciertamente muy difícil cumplir con los reglamentos que establecen como obligación para el 31/12/2025 que el 15% de la red de carreteras disponga de grupos y puntos de recarga de acceso público destinado a los vehículos eléctricos pesada y que cada grupo de recarga ofrezca una potencia disponible de al menos 1 400 kW e incluya al menos un punto de recarga con una potencia disponible individual de al menos 350 kW.

Uno de los puntos más críticos para el despliegue del camión eléctrico, como son los puntos de recarga, no cubrirían las necesidades futuras, añadiendo otro punto más de incertidumbre en una carrera que demasiados obstáculos.

Carlos Zubialde

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