Muchas son las publicaciones que abordan el problema del transporte, y un número de las mismas terminan por decir que el tren es “la solución” al problema al que se enfrenta el transporte en Europa.

Pero si estudiamos en profundidad, observaremos que si, el ferrocarril se nombra como solución, pero la realidad es que la red ferroviaria, en países como España, están completamente desatendidas si hablamos de mercancías.

La apuesta de los numerosos gobiernos desde el año 1992 es por el tren de alta velocidad, tanto como que España es el país del mundo con más kilómetros de alta velocidad. Pero el ferrocarril para las mercancías no entra en esta ecuación; por no entrar, tampoco lo hacen los trenes regionales, por ejemplo, todos los fondos son para la alta velocidad.

Se nombra al tren como elemento de futuro del transporte por dos aspectos:

  • La sostenibilidad
  • El alto volumen de mercancías que pueden ser transportadas de una sola vez

La sostenibilidad

En los tiempos donde la sostenibilidad es una necesidad, el ferrocarril es el medio de transporte menos contaminante; la comparación con el transporte terrestre, el marítimo o el aéreo, demuestra que la huella de carbono del tren es muy inferior a las otras. Comparado con el transporte terrestre, la huella de carbono es de menos de la mitad en el tren.

Desde la Unión Europea se intenta “empujar” en el uso del ferrocarril como modelo de transporte “limpio” y sostenible frente al camión. Se nombra la famosa agenda 2030 de descarbonización para pedir el traspaso de las mercancías desde el camión al tren. Pero la realidad es que este traspaso no es más que “anecdótico”, ya que el gran porcentaje de la mercancía que viaja dentro de la unión europea, lo sigue haciendo en camión.

Pero la política de los países que componen la unión europea frente al tren es muy distinta. Algunos apuestan de forma firme por el ferrocarril, pero ese esfuerzo, al ser de carácter nacional, no tiene recorrido en la unión, por lo que las cifras siguen muy por debajo de lo que sería deseable.

El volumen de mercancías

Si analizamos de forma numérica, queda claro que el potencial del tren es muy superior al del transporte terrestre. Como ejemplo, un tren de mercancías de unos 400 metros de largo, transporta la carga que equivale a 20 camiones completos.

Cuando se observa una cifra de este tipo, es normal preguntarse el motivo por el cual los gobiernos no apuestan por el tren como alternativa real, en lugar de “desmantelar” la división de mercancías. Uno de los problemas se sitúa en el distinto ancho de vía de España y Portugal frente a Europa. El eterno problema del distinto ancho de vía precisa de grandes inversiones para implantar el ancho estándar, cosa que no se está haciendo de forma determinada, con lo que las conexiones transfronterizas siguen siendo deficientes.

La apuesta por el tren o por el transporte intermodal debe de ser real y no una línea escrita en el discurso del político de turno. Mientras esto no cambie, seguiremos escuchando que el tren es la solución, pero sin que se haga nada por abordarlo como tal.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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