Lo habitual en un servicio es poner un precio acorde al coste del mismo; si dos servicios similares, pero distintos, tienen dos costes distintos, lógicamente deberán de tener dos precios distintos para el cliente.
Los motivos por los cuales los precios se unifican como en el caso del transporte, son habitualmente dos:
1-Unificación para el cliente: un solo precio para el servicio simplifica las operaciones
2-Operativas globales: si se mantuvieran precios distintos, es posible que los clientes solo contrataran los servicios más baratos, dejando los más caros de lado, que en transporte habitualmente suelen ser los servicios de zonas “difíciles”, alejadas o con poca concentración de entregas.
Detrás de estos dos motivos por ejemplo encontramos el porqué de la desaparición de conceptos como la “reexpedición”, un canon que antes se cobraba para la entrega de envíos que estuvieran alejados de los puntos de mayor concentración de envíos. La actual diferenciación de los precios que se ofrecen en transporte se sustentan en la velocidad de entrega (cuanto menor plazo mayor precio) y el peso del envío (se determinan una franja asignada un precio por cada uno de ellos).
Los modelos futuros de las ciudades empujarán a las empresas a determinar una tarifa distinta en función de la zona de reparto; las restricciones que ya se vislumbran en muchas ciudades (zonas de acceso prohibido y peatonal, restricciones horarias o a cierto tipo de vehículos), elevará el coste de reparto de un envío con destino el domicilio particular por ejemplo en el caso de los envíos ecommerce.
Otra situación a considerar será la densidad de entrega en ciudades, donde para competir con los nuevos actores de distribución de última yarda, las empresas de transporte deberán de redoblar sus esfuerzos tanto operativos como con respecto a precios. Se avecinan meses y años de gran interés por ver si las empresas más “tradicionales” en la distribución adquieren un nuevo enfoque de segmentación de precios en zonas de alta densidad para competir con compañías tipo “startup” de distribución.
¿Precios dinámicos para los peak season?
Las líneas de trabajo futuras con los precios de los envíos de transporte sobre todo para ecommerce no solo estarán sujetos a los parámetros de densidad y accesibilidad, el coste de entrega hoy día ya es distinto en función de la capacidad de la compañía según la temporada del año, el día de la semana e incluso la franja de hora de entrega.
Los periodos de alta demanda en otros sectores tienen una consecuencia directa sobre el precio del servicio, por ejemplo no nos resulta el mismo precio alquilar una habitación de hotel en febrero que en agosto, o una noche de lunes que una de sábado. En ambos casos, el hotel y la habitación son los mismos, pero la temporada o el día de la semana cambian, por lo que el precio del mismo fluctúa, en función de la oferta y demanda.
En el caso del transporte ocurre de similar forma, el coste de entrega en periodos de alta demanda es superior para la empresa de transporte, añade mayor capacidad de entrega para poder satisfacer la demanda. Esta mayor capacidad se logra no solo utilizando el 100% de los recursos, sino incorporando mayores recursos a la entrega (personal, vehículos o almacenes), coste que supere en muchas ocasiones los ingresos que se generan de la alta demanda.
En el caso de los picos de demanda como las épocas de peak season (black Friday, navidades, rebajas etc) y los días de mayor concentración de entregas. Con ello, las empresas de transporte debería incrementar el precio de la entrega para compensar los mayores costes y en el caso de los valles, el precio debería reducirse para estimular el tráfico de envíos nuevos; en definitiva, aumentar la utilización de la capacidad y disminuir el coste por paquete.
Este mecanismo podría implementarse en base a un calendario de tarifas que la compañía podría establecer de antemano o buscar una herramienta tecnológica de aplicación dinámica de precios basada en la Inteligencia Artificial. La algoritmia puede ajustar de forma dinámica los precios en función de los parámetros de costes determinados por la empresa de transporte en cada momento, y ofrecer el precio de cada momento al cliente, tal y como ocurre en la logística inversa con aplicación de Inteligencia Artificial.
Estos desarrollos ya están tocando a la puerta, y nos consta que el planteamiento estratégico para aplicar precios dinámicos de envíos está siendo estudiado por algunas compañías de transporte de forma muy concienzuda. Aumentar la utilización de la capacidad de transporte suavizando los picos y aumentando el número de envíos en los valles permitiría a las empresas de transporte no solo mantener un alto nivel de servicio, sino contribuir de manera determinada en la sostenibilidad de sus operaciones, logrando mejorar su margen comercial, cada vez más reducido y exiguo.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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