Con una demanda que cae semana tras semana, con un consumo retraído después del verano, sumando a una inflación alta y unos tipos de interés altos, que dejan menos margen de maniobra tanto a familias como a empresas, que los precios del transporte terrestre en Europa estén bajando, es la consecuencia lógica.

Según los datos del tercer trimestre de las consultoras Upply y Transport Intelligence para la asociación internacional del transporte IRU, la cuantificación de esa bajada está sobre el 10%, aunque la situación es distinta si hablamos de contratos continuados (rutas) y los servicios esporádicos o spot.

La demanda, como decíamos, se está contrayendo en todo el continente, lo que provoca una presión a la baja en el transporte. El volumen de las compras que se realizan son menores, por lo que la balanza entre oferta y demanda se está escorando hacia una mayor oferta y disponibilidad que una demanda real de servicios de transporte. Además, las empresas, ante una situación de gran tensión, están optando por reducir sus producciones, ajustando al máximo posible a la demanda actual, con lo que los servicios de transporte son menos requeridos

Un número importante de cargadores, ante esta coyuntura, están aprovechando para volver a lanzar distintos concursos y tenders de transporte, olvidados en los últimos tiempos, donde primaba la disponibilidad frente al precio. La consecuencia es que los nuevos contratos de servicios continuados, tienen unos precios a la baja comparados con los contratos de anteriores.

Por otro lado, los precios spot o de servicios puntuales, están sufriendo un ajuste a la baja muy importante, como reflejo de la situación actual. Comienza a ser notorio que un número importante de empresas de transporte, flotistas en su mayoría, están ejerciendo una mayor presión comercial en el mercado, con el objetivo de poder mantener su actividad, intentando mejorar los pobres números que han cosechado de las distintas campañas hortofrutícolas, muy golpeadas por la sequía.

Los próximos meses, según se desprende de las cifras, parece que pueden ser muy similares a la actualidad, aunque también es posible que el mercado se tensione más si el 2024 tiene una ligera recuperación, debido a que la falta de conductores y camiones, sigue siendo un problema de magnitudes importantes, pero que ante una baja demanda, está pasando por el momento a un segundo plano.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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