Renfe «se quita de encima» Mercancías para dárselo a MSC

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Renfe «se quita de encima» Mercancías para dárselo a MSC

Como era de esperar, cuando en el 2024 Renfe notifico la entrada de la naviera MSC como socio industrial del negocio de mercancías, dando entrada con el 50% del accionariado, pero el control de la sociedad, era cuestión de tiempo para que la naviera se hiciera con la totalidad del negocio.

Descripción

Como era de esperar, cuando en el 2024 Renfe notifico la entrada de la naviera MSC como socio industrial del negocio de mercancías, dando entrada con el 50% del accionariado, pero el control de la sociedad, era cuestión de tiempo para que la naviera se hiciera con la totalidad del negocio.

El siguiente paso que ha dado Renfe ha sido la de dar salida a los trabajadores de la división de mercancías, traspasando a los mismos a la filial que comparte con MSC para la gestión de las mercancías. Según se ha filtrado, el traspaso es un acuerdo preliminar no vinculante que plantea firmar un contrato entre Renfe y la futura sociedad conjunta para que los empleados se encarguen de traccionar y mantener los tráficos.

Este acuerdo está pensado, por un lado, para frenar las importantes perdidas que acumula la división de mercancías, que en los últimos 10 años se cifra en 360 millones de euros. Siguiendo lo que se publicó al inicio del acuerdo de constituir una "nueva compañía" que estaría participada en un 50% por el Renfe y en otro 50% por Medlog, a la que ambas empresas aportarán buena parte de sus tráficos actuales. La gestión operativa de la compañía correría a cargo de Medlog que dejará en manos de su filial Medway.

Ahora le toca al personal

Como indicábamos, una vez puesta las bases de la nueva empresa, llega el momento de trasladar al personal que actualmente pertenece a Renfe, por lo que esta firmaría hasta 2 contratos de prestación de servicios con la nueva empresa para que los trabajadores de Renfe mercancías siga siendo quien mueva las locomotoras y tráficos a traspasar a la nueva compañía, que a efectos prácticos estaría actuando como una filial más y no tanto como una empresa completamente independiente.

Este movimiento además le permite a Renfe reducir notablemente la conflictividad laboral y el choque con los sindicatos presentes en la empresa, ya que estos plantearon muchas dudas sobre la operación cuando fue presentada, con incluso amagos de huelga ante la falta de claridad sobre si los puestos de trabajo serian garantizados así como la carga de trabajo suficiente, no dejando en manos privadas (de MSC) la totalidad de la gestión.

Pero con esto Renfe no se garantiza tener tranquilidad en su interlocución con los sindicatos, que inicialmente no votaron a favor de la propuesta de dar entrada a MSC como socio logístico en la división de mercancías, y que ya han dicho lo poco que les gusta este acuerdo de traspaso de empleados, porque no fija durante cuanto tiempo se extenderá el contrato, y ven un peligro claro de perdida de carga de trabajo. Además, los sindicatos no ven garantías suficientes para que las condiciones laborales de todos los colectivos implicados.

Y que se espera que será Renfe Mercancías

Esa es también una pregunta recurrente no solo entre los sindicatos, sino también dentro del sector, porque se hace llamamientos para el uso del transporte ferroviario como mejor alternativa, pese a que luego la realidad es muy distinta.

Parece que el cuento continuará siendo muy similar y el futuro de Renfe Mercancías será la de seguir existiendo, aunque pudiera ser mejor utilizar la expresión de subsistir. Algunas publicaciones sectoriales han apuntado que Renfe Mercancías cederá una cuota importante de sus tráficos a la empresa conjunta que tiene con MSC como los siderúrgicos, intermodales o los multiproducto, además de trasvasar una buena parte de las máquinas con las que opera hoy día.

¿Qué le quedará a Renfe Mercancías? Pocas cosas, unos pocos vagones y locomotoras, algunas cisternas y sobre todo, lo que llaman "tráficos estratégicos", como son los que operan para el Ejército de Tierra o de determinadas mercancías peligrosas como el transporte de butano o el de las cargas de automoción (coches) que tengan origen o destino las fábricas españolas.

Queda claro que MSC está haciendo un buen negocio, ya que se está posicionando en el mercado ibérico de transporte ferroviario con un coste muy reducido, aprovechando la gran debilidad que presenta Renfe Mercancías, más obsesionado por quitarse el problema de encima que realmente buscar nuevos y rentables negocios de la mano de la naviera.