Habitualmente suele ocurrir que ante un cambio brusco, la masa termina por frenar y esperar, esperar como los más valientes lo intentan para ver el resultado (en el fondo incluso prefieren que se la pegue para reírse un rato, además de autoconvencerse de tener la razón).

En el tema de la electrificación de la flota de vehículos y camiones está ocurriendo lo mismo, ante las noticias de los coches que arden, la poca autonomía, los problemas para la recarga, están pasando factura. La edad media de los coches de la Unión Europea no para de crecer, en un efecto "freno" que está produciendo todo el tema del cambio y la electrificación.

Los coches han pasado de tener una antigüedad cercana a 11 años en el 2018 a los 12.3 años en la actualidad; y en camiones y autobuses, la cosa no cambia, ahora tienen 13.90 años, como se puede ver en el gráfico publicado por ACEA (Asociación Europea de fabricantes de automóviles), el envegecimiento es manifiesto:

Mucho tendrán que cambiar las autoridades europeas si quieren acelerar el proceso de descarbonización en beneficio de la electrificación, además de explicar la cerrazón y negativa a otras alternativas enfocando solo la electrificación como modelo futuro.

Carlos Zubialde

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