Es necesario siempre que se afronta una convocatoria de huelga, poner en su justa medida cada cuestión que se plantea en la misma, y con la huelga de 7 jornadas que han convocado los sindicatos UGT y CCOO para el 28 de octubre, 11, 28 y 29 de noviembre y 5, 9 y 23 de diciembre, y que posteriormente puede ser indefinida, se precisa aclarar algunos conceptos.
Las peticiones en las que se sustenta la convocatoria son indudablemente una petición "histórica" en el sector del transporte, en concreto, que los conductores de camión y autobús puedan acceder a los coeficientes reductores, que permiten adelantar la jubilación según los años cotizados en las profesiones que el Gobierno considera penosas, peligrosas o tóxicas.
Esta es la reivindicación más importante, sin duda, y es que nadie puede poner en duda la peligrosidad de la actividad del transporte en la carretera, sobre todo, donde estos sindicatos han declarado que anualmente fallecen 120 de media realizando su labor profesional de conducción, pero que quedan camuflados como accidentes de tráfico en las estadísticas.
Además, se da la circunstancia de que los propios sindicatos ya han llegado a un acuerdo el pasado mes de julio tanto con patronal como con el gobierno, por el cual este último se comprometía a desarrollar un reglamento modificado que pueda recoger nuevas profesiones que se pueden acoger a ese coeficiente, como sería el caso de los transportistas.
Entonces, si han llegado a un acuerdo inicial, ¿cuál es el motivo de la huelga?
Según estos sindicatos, aunque hay un acuerdo, creen que es necesario ir de la mano patronal y sindicatos frente al ejecutivo, y como no lo hacen, creen que la huelga es una buena herramienta para presionar a las patronales para ir de la mano y que los choferes sean incluidos en ese nuevo reglamento y se acepte el coeficiente.
Es decir, aunque el tema ya va en un buen camino, los sindicatos quieren presionar a la patronal y la huelga es el medio, pese a que la patronal ha publicado que cree que es de "justicia" la petición, pero pone encima de la mesa la situación de los costes, ya que según ellos, lo que pagan a la seguridad social por contingencias comunes de sus trabajadores esta cinco veces por encima de la media, por lo que si se aplican estos coeficientes reductores, solicitan que también se regulen las contingencias comunes antes para que no les cueste más dinero.
Se puede apreciar que al final es una cuestión importante, pero donde negocian sindicatos, patronal y gobierno, en nombre de un sector al que estos mismos sindicatos, UGT y CCOO poco caso le hacen. Y el resultado es su poca o nula representación, sobre todo en el transporte de mercancías, no así en el de viajeros, que es el que están utilizando como arma de presión.
Estos sindicatos han "abandonado" al transporte de mercancías hasta situaciones completamente impensables, tales como no haber hecho un solo movimiento ni comunicación por ejemplo en las provincias donde los convenios colectivos del sector están caducados y sin vigencia (alguno como el de la provincia de Gipuzkoa caducado desde el 2008, 16 años...).
En el fondo, una huelga más "mediática" que real, sobre todo en el sector del transporte de mercancías, por lo que se está publicando y declarando.
Veremos próximos acontecimientos.
Carlos Zubialde
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