Existen cosas que por sí mismas ya son algo "increíble", pero que se sostienen a duras penas, como lo es el tema de los robots autónomos de reparto.
Desde informacionlogística.com hemos abordado en muchas ocasiones todo lo relacionado con ese mundo "marketiniano" de los drones y robot para el reparto. Siempre los hemos considerado como un elemento de marca, muy alejado de las necesidades operativas de la distribución de última milla, completamente alejados de las necesidades que el receptor precisa.
Hace pocos días Amazon, la compañía que más fuertemente aposto por este tipo de medios de reparto, comunicaba que el programa para que su robot de reparto autónomo "Scout", pasaba a la historia después de varios años de desarrollo. El motivo aducido es que este tipo de reparto "no lograba satisfacer por completo las necesidades de sus clientes", vamos, que el invento ideado en un despacho a muchos metros e altura del suelo, no es lo que a ras de suelo precisan los destinatarios.
¿Sorprendente?
En absoluto, lo podemos poner en la misma línea que los drones para el reparto, aquellos aparatos que deberían de estar volando por todas las ciudades ya para repartir las compras de ecommerce. Como no puede ser de otro modo, Amazon comunicaba que "esto no quiere decir que vayan a dejar de lado a los robots autónomos, sino que está "reorientando" el programa".
No estamos hablando de un esfuerzo menor, en el programa han participado de forma activa más de 400 personas, para finalmente darse cuenta de que los robots quedan muy bonitos en las fotos, pero que operativamente son algo prescindible, que además, crea un "rechazo" entre los destinatarios, aunque de forma más ligera se diga que "no satisfacen las necesidades de los destinatarios".
Qué Amazon continúe trabajando en la automatización de ciertos procesos de transporte, es lógico, pero después de que la "milonga" de los drones pasara a mejor vida, que ahora los robots autónomos también se queden en un cajón-eso si, después de gastar un buen puñado de dólares en ello-, debe de hacer reflexionar a algunos políticos, que seguían apostando por este tipo de robots para el reparto en su ciudad-nos referimos a Zaragoza por ejemplo-.
¿Cuál será el siguiente avance tecnológico aplicado al transporte que caiga por su propio peso?
Hagamos apuestas....
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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