Después del terrible episodio ocurrido en la comunidad de Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía la noche del 29 de octubre, el escenario futuro que se abre para intentar retomar la normalidad se apoya en el buen funcionamiento de algunos sectores, entre los que no falta como dicta la lógica, el transporte y la logística.

Es cierto que la situación de catástrofe tiene una afección muy grande, y aunque el puerto de Valencia y el Aeropuerto de la misma localidad comunicaron el 30 de octubre por la mañana que abrían sus instalaciones, las operaciones son mínimas, ya que debemos de entender que una cosa son esas operaciones dentro de los recintos, y luego está toda la cadena logística hacia el exterior, que es donde mayor problema existe.

El gran problema esta en las carreteras, tanto por los miles de coches y vehículos que se han visto afectados, así como la propia infraestructura, muy afectada en algunos tramos de carreteras de gran volumen como la A-3 que une Madrid y Valencia.

La normalización de la situación y de la actividad del transporte estará unida al acondicionamiento de las infraestructuras viarias, sobre todo en un primer momento. Tampoco debemos de olvidar que muchas empresas logísticas, sobre todo las situadas en zonas como Ribarroja de Turia, han visto afectadas sus instalaciones con lo que esto puede afectar a sus operaciones, además de también poner el foco en las vías de acceso de los propios polígonos, muy dañados también.

Como es lógico, además de la solidaridad con las personas afectadas, sirvan estas líneas para dar apoyo a los cientos de transportistas que se han quedado atrapados en tan catastrófica situación.

Carlos Zubialde

contacto@informacionlogistica.com