Durante el mes de octubre hemos visto aumentar, otra vez, el plazo del pago de los servicios de transporte, en este caso hasta los 70 días de media, frente a los 65 días que arrojo el estudio que realiza el Observatorio permanente de la morosidad, elaborado mensualmente por Fenadismer en colaboración con la Fundación Quijote para el Transporte.
De los datos se desprende, que aun habiendo aumentado los servicios de inspección, una mezcla de motivos está haciendo que el plazo medio vuelve a repuntar. Por un lado, es posible que pasado el primer susto de las inspecciones, un número importante de cargadores han decidido continuar con sus políticas de pago, ganando tiempo a su favor, mientras no son inspeccionados. Y, por otro lado, se aduce como eximente la ralentización económica, así como un alza de los tipos de interés, que están lastrando las operaciones de financiación de las empresas.
El caso es que el 56% de las empresas cargadoras e intermediarias, incumplen la legislación de pagos, que volvemos a recordar, estipula como plazo 30 días desde la realización del servicio, con una ampliación a los 60 días en caso de acuerdo por las dos partes.
Dos de cada tres empresas cargadoras que incumplen la ley, hacen ese pago entre 60 y 90 días, pero lo que sigue siendo sangrante, es que un 11% del total de las empresas incumplidoras, pagan a sus proveedores de transporte por encima de los 120 días. Algunas de estas empresas, por ejemplo, suelen incluir agosto como mes de no pago, por lo que en octubre, pueden estás liquidando servicios realizados durante el mes de mayo..
Como cada vez que se aborda este tema, quedaremos pendientes de las evoluciones futuras, pero la fotografía que se presenta, no es nada alentadora para los proveedores de transporte.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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