La electrificación del transporte terrestre de mercancías es un tema de gran importancia en la actualidad, ya que tiene el potencial de mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, también presenta algunos desafíos que deben abordarse para lograr una implementación efectiva.

Todo parece más sencillo de lo que es, a continuación presentamos algunos de los principales problemas en la electrificación del transporte terrestre, hablando siempre de transporte de mercancía, y sobre todo con afección a las rutas de media y larga distancia:

1-La alta inversión inicial requerida es uno de los principales obstáculos para la electrificación del transporte terrestre. La instalación de infraestructura de carga y la compra de vehículos eléctricos son costosas, y pueden ser difíciles de justificar para muchas empresas. Además, no podemos olvidar la falta de ciertos componentes, que están retrasando de forma considerable la entrega de nuevos vehículos.

2-La falta de infraestructura de carga adecuada es otro obstáculo importante. Aunque se están desarrollando rápidamente nuevas estaciones de carga, aún hay una gran carencia en muchas áreas, lo que dificulta la adopción de vehículos eléctricos. Este problema no solo es para el transporte terrestre, lo sufre también el conductor particular que posea un vehículo eléctrico.

3-La baja autonomía de los vehículos eléctricos es otro problema importante, sobre todo si hablamos de transporte de media y larga distancia. Aunque se están desarrollando rápidamente nuevas tecnologías de baterías, la autonomía de los vehículos eléctricos aún es inferior a la de los vehículos de combustión interna, lo que es un obstáculo para su uso en el transporte de mercancías.

4-La falta de incentivos y de políticas públicas adecuadas es un obstáculo importante para la electrificación del transporte terrestre. Aunque algunos gobiernos han implementado programas de incentivos para fomentar la adopción de vehículos eléctricos, estos tienen un claro foco en el vehículo particular, y además hay una falta de un enfoque coordinado a nivel nacional o internacional.

5-La resistencia de las empresas de transporte a cambiar sus modelos de negocio es otro obstáculo importante. Muchas empresas de transporte han invertido fuertemente en vehículos de combustión interna y en infraestructura relacionada, y pueden ser reacias a cambiar a vehículos eléctricos, a pesar de los beneficios a largo plazo.

Entre los motivos, no hemos detallado los cambios legislativos, sobre todo en lo referente a la distribución urbana, cuya competencia recae en las autoridades municipales. Los cambios y distintas políticas que llevan los regidores de las principales ciudades, no ayuda ni estimula a las empresas de transporte para avanzar en un cambio como supone eliminar los vehículos de combustión por los eléctricos.

La electrificación del transporte presenta una serie de desafíos más robustos de los que se planteaban por parte de muchas de las autoridades que están traccionando este tema; desde la alta inversión inicial requerida hasta la falta de incentivos y políticas públicas adecuadas, no ayudan en mantener y sostener una estrategia robusta de cambio en el sector. Sin embargo, con el desarrollo de tecnologías de baterías más avanzadas y la creciente preocupación por el medioambiente, hace que se vea un cambio de la tendencia en un plazo medio, pero que necesita un claro empujón, sobre todo desde el punto de vista económico.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

contacto@informacionlogistica.com