La tendencia de los precios del transporte por carretera está cambiando, a finales del 2022 han retrocedido, y encaran un 2023 con unos costes elevados, y una demanda a la baja.
Es precisamente la bajada de la demanda la que esta produciendo el cambio de la tendecia de los precios; no solo es una cuestión española, la demanda de transporte está en retroceso en toda Europa, alineada con la situación económica que se está produciendo a raiz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, añadido a los altos costes de la energia o las materias primas.
Dentro de los tipos de transporte, los precios puntuales o "spot" (precio que un cliente pide para un solo viaje concreto), han bajado de forma más acusada, y es que, este tipo de precios son mucho más sensibles a los cambios de tendencias económicas, frente a los precios "estables", que se ofrecen en contratos de trabajos continuados (rutas fijas o diarias, o trayectos cerrados en distancia y tiempo).
Lo que si está subiendo, son los precios de los transportes nacionales:

Desde hace ya un tiempo, los antes "denostados" servicios nacionales, se están convirtiendo en una especie de tabla de salvación para muchas empresas de transporte. Hace unos años, realizar cargas nacionales, de recorrido corto, eran rechazadas por muchas empresas de transporte o por transportistas autónomos, que buscaban viajes largos, internacionales, y de muchos kilómetros. Esto provocó una desertificación en los servicios locales, regionales e incluso nacionales. En tiempos no muy lejanos, encontrar un camión para hacer un servicio de Santander a Leon por ejemplo, era misión casi imposible.
La situación ha terminado volviéndose a la contra, la falta de recursos para hacer este tipo de servicios, elevo el precio de los mismos (alta demanda y baja oferta), por lo que en la actualidad, los precios de los servicios nacionales se mantienen estables, e incluso para el 2023 puede que tengan un ligero repunte.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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