Los tenders y yo
Como si fuéramos viejos amigos, los tender y yo hemos vuelto a cruzar nuestros caminos profesionales, con mayor interés por su parte, comparando con mi bajo entusiasmo.

Como si fuéramos viejos amigos, los tenders y yo hemos vuelto a cruzar nuestros caminos profesionales, con mayor interés por su parte, comparando con mi bajo entusiasmo.
Sigue siendo sorprendente que en el tiempo de la digitalización, una herramienta como los tenders, todavía, sean de un uso tan amplio, y sobre todo, sigan siendo enfocados del modo en el que se hace, es decir, buscando solo una variable en toda la ecuación: reducir el precio.
Y me sorprende más todavía, como decía, el enfoque tan ortodoxo que se hace de esta herramienta de compra, tomando una fotográfica de un momento determinado, para solicitar a los proveedores un servicio o producto, a un precio estable, determinado y claro, lo más bajo posible.
Lo podemos comparar con las hipotecas, ¿qué es mejor, tipo fijo o variable? Si lo preguntáramos hace un año, sin duda qué variable, pero hoy día, es mejor el fijo. Con esto, lo que quiero decir, es que, algo que ahora y hoy es perfecto, mañana, solo 24 horas después, puede ser una de las peores opciones.
Si es así, en un mundo cada vez más cambiante, con unos niveles de incertidumbre nunca antes conocidos, ¿qué lógica tiene lanzar un tender para comprar un servicio o producto a un año vista o dos?
Los tenders, deberían de ser dinámicos, pueden ser "Tender 4.0". La tecnología como la inteligencia artificial proporciona la posibilidad de tener tenders abiertos, y además, vitaminados con predicciones de la demanda. Pero detrás de esto no está tanto la tecnología y las posibilidades que se abren, encontramos que detrás de esto hay la unión de dos factores que hacen que el sistema se mantenga igual:
-La falta de preparación de los mandos que deben de hacer la selección
-La proliferación de empresas "especialistas" en reducir precios y hacer tenders
Si juntamos estos dos elementos, mucho más comunes de lo que pensamos, con una visión además de no colaboración, sino de compra pura y dura (aunque sean servicios o productos "core" de la actividad, se trata como si se hablara de comprar bolígrafos, con todo el respeto al mundo de la papelería). Y cuando enfocas algo como compra, solo ves el precio, sin apreciar si ese que compras cubre tus necesidades, estará alineado en el futuro con tus momentos, valle y pico, si es de confianza para iniciar un camino juntos.
Pues en esas estamos, vuelven los tender, pero al estilo de los años 80, eso si, mediante una web muy bonita, que para eso somos digitales....
Artículo opinión