Uno de las principales cambios producidos por la pandemia del Covid19, y sobre todo, del confinamiento entre los meses de marzo y abril del 2020, es la aceleración de una tendencia poco extendida en el mercado laboral: el teletrabajo.

Tenemos primero que diferenciar teletrabajo y trabajo en remoto; cuando nos referimos a teletrabajo, hablamos de un trabajador que desarrolla su función fuera del “ámbito” de su oficina, de forma temporal o no continuada; por el contrario, el trabajo en remoto se refiere al trabajador que desarrolla su actividad de forma completamente remota de las instalaciones de la empresa.

Antes de la pandemia, el trabajo en remoto ya era utilizado por muchas empresas, sobre todo tecnológicas, accediendo a perfiles técnicos que podrían residir en otras ciudades o países, y que desarrollan un trabajo que puede ser realizado de forma tanto presencial como remota.

Con la llegada del confinamiento, el teletrabajo se extendió por todas las empresas, las de transporte no fueron una excepción. Aquí debemos de distinguir entre transitarios, intermediadores de transporte de las agencias de transporte; las primeras, únicamente hacen operaciones de transporte mediante una intermediación, mientras que las segundas realizan las operaciones de transporte. Con esto, el teletrabajo en el transporte no es una opción válida para todos, ni para todos los departamentos.

Dentro de las agencias de transporte, los departamentos de operaciones por ejemplo no pueden acceder al teletrabajo (podría una parte pequeña y de forma relativamente puntual), el control físico de las operaciones no lo permite. En cambio, otros departamentos como los administrativos, de atención al cliente e incluso el comercial, pueden realizar su trabajo de forma remota. En algún caso como los delegados comerciales en zonas donde no existe delegación de la empresa, el trabajo en remoto es ya habitual.

Si hablamos de transitarios o intermediadores de transporte, en la gran mayoría de los casos, el teletrabajo es una opción válida, incluso en el departamento de operaciones. Que el departamento de operaciones pueda teletrabajar esta en función de la madurez digital de la empresa, dependiendo de la automatización de los procesos de recogida y asignación de servicios. Cuanto menos digitalizada esté la empresa, menos posibilidades existen para teletrabajar.

Es posible que se piense que el teletrabajo en el sector del transporte sea incompatible, cuestión que como se parecía no es imposible, por lo menos en una gran parte de departamentos. Otra cuestión distinta es que las empresas todavía “premien” el presencialismo, que calentar silla esté bien visto, en lugar de idear sistemas de trabajo más eficaces, que además generan un mayor rendimiento para la empresa.

Cuando el equilibrio y la conciliación entre vida personal y profesional es posible, el aumento del rendimiento es inmediato, por lo que sorprende que las empresas de transporte no “empujen” hacia medios de trabajo que les generen mayores rendimientos, solo por el miedo de perder un supuesto “control” sobre el trabajador.

La pregunta a responder sería: ¿Cuál es el objetivo, lograr mayor volumen de negocio y rentabilidad, o controlar a los empleados?

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

contacto@informacionlogistica.com