La suplantación de identidad, o el problema de la gestión de entrega en la última milla
Más conocido como “Phishing”, la suplantación de la identidad es una de las acciones más habituales que utilizan los delincuentes para lograr sus objetivos.
Más conocido como “Phishing”, la suplantación de la identidad es una de las acciones más habituales que utilizan los delincuentes para lograr sus objetivos. En los últimos tiempos, esta técnica se está expandiendo de forma muy alarmante por medio de emails que suplantan la identidad de una empresa de transporte, comunicando la llegada de un envío e invitando a ver la situación del mismo mediante un link, que una vez clicado, hace su labor de “robar” los datos, la identidad o sea cual sea el objetivo.
Los delincuentes están viendo un auténtico filón en las comunicaciones que las empresas de transporte emiten a los destinatarios de sus envíos, comunicando la llegada de su pedido u ofreciendo la posibilidad de ver la situación del mismo o incluso cambiar la dirección o fecha de entrega.
Correos electrónicos o mensajes SMS son los medios más habituales, y están teniendo un impacto en la relación empresa de transporte-destinatario; lo que comenzó como un vehículo excepcional de comunicación, está siendo utilizado por los delincuentes para su beneficio.
¿Qué se puede hacer para cambiar la situación?
El elemento que necesitamos introducir en la ecuación es el cliente, el remitente; sería preciso reforzar la comunicación de la situación mediante las plataformas del remitente, siempre más difíciles de suplantar a miles de empresas que a un número reducido de empresas de transporte.
Artículo de