Las operaciones dieron comiendo en el mes de octubre, y por lo publicado anteriormente, Wallapop se apoyaría en Boyacá Delivery para la distribución de los envíos que los usuarios de esta plataforma de compra-venta de productos de segunda mano realizarían, y por lo que ha podido apreciar, parece que el servicio no ha satisfecho las necesidades de los clientes.

Entre las principales quejas, se citan el incumplimiento de los plazos de entrega, la perdida de paquetes, así como una aglomeración de envíos en los puntos de conveniencia, desde donde tienen que recoger los envíos los clientes. La situación ha ocasionado que algunos de estos puntos de conveniencia, ya no acepten recibir más paquetes, hasta que los que están depositados, sean recogidos por los clientes, y poder tener un flujo más lógico para este tipo de servicios.

Los motivos de esta situación, no han sido publicados ni por Wallapop ni por Boyacá Delivery, `, pero a la luz de lo que han sufrido otras compañías en el pasado al iniciar sus operaciones con cuentas de cliente de tanto volumen, una planificación no ajustada suele ser el principal motivo. Ese desajuste en la planificación, conlleva un dimensionamiento incorrecto de los medios habitualmente, por lo que no es posible lograr que los flujos puedan mantenerse en los plazos estimados, teniendo un efecto catastrófico en el final de la cadena, es decir, en el punto de recogida, así como un mal servicio para el cliente.

En el momento en el que se hizo público el acuerdo de servicio, Wallapop manifestó que su alianza con Boyacá Delivery, suponía incorporar una nueva forma de envío para sus clientes, con un servicio más asequible para su comunidad de clientes, pero los primeros resultados, no están siendo los deseados. Por el momento, Wallapop ha desactivado la opción de uso del servicio de Boyacá, y sigue ofreciendo el servicio mediante el resto de operadores como GLS o Seur, mientras intentan, junto con la compañía, en buscar una solución que permita normalizar la situación en el menor tiempo posible, y con la menor afección para sus clientes, sin perder de vista que entramos en las semanas de mayor volumen de trabajo, con peaks como el Black Friday, las navidades o las rebajas

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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