Con las informaciones que se han publicado sobre las navieras, puede parecer que todas ellas ganan mucho dinero, lo cual es real en cierto modo, pero como en los órdenes, existen entre las navieras también ricos y pobres. La caída de los ingresos que están teniendo durante este ciclo económico, está agudizando la brecha entre las grandes y ricas navieras, frente a las pequeñas.

La cuestión no solo se centra en los ingresos, en caída por la ralentización de la economía, se centra sobre todo la rentabilidad en el transporte de los contenedores, en concreto, de la disminución de los mismos. Y como es lógico, esta disminución de la rentabilidad afecta de distinta forma, dependiendo del tamaño de la compañía (la flota de la que dispone).

Es preciso señalar que los costes operativos se siguen manteniendo en los mismos niveles, por lo que la perdida de rentabilidad proviene casi exclusivamente de la reducción de los precios, presionados a la baja por la ralentización de la actividad económica. La totalidad de las navieras están sufriendo esta reducción de sus márgenes de rentabilidad, esto debe de quedar claro, pero el efecto es distinto, producido sobre todo porque la disminución de los tráficos no afecta de igual forma en todas las rutas comerciales.

Junto a la presión del precio, el segundo factor más importante lo define la ruta comercial, teniendo un mayor impacto para las navieras de menor tamaño. Este tipo de navieras, se ve más expuesta a los cambios dentro de las rutas que operan, por lo que les afecta de forma más importante los cambios de ciclo, mientras que las navieras de mayor tamaño, pueden "sustituir" esa bajada de rentabilidad con la que si mantienen en mayores niveles en otras rutas comerciales, menos expuestas a la ralentización económica.

Las rutas comerciales de menor recorrido están sufriendo una mayor bajada frente a las transoceánicas, donde a pesar de los ajustes y caídas, la rentabilidad es mayor, ya que los precios de los fletes no han sufrido una reducción tan acusada.

Los cargadores son conscientes de la situación, e intentan "aprovechar" ahora si tiempo, para lograr mejores tarifas y condiciones, muy distintas a las que han tenido que sufrir en los años postpandemia, donde las navieras han acumulado grandes cantidades de beneficios, que son precisamente su salvavidas para este cambio de ciclo que les toca vivir.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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