Increíbles por las cantidades, y es que Correos ha comunicado al SEPI que estima unas perdidas de record para los ejercicios del 2023 y 2024. Concretamente, estima unas perdidas operativas cercanas a los 300 millones de euros para el 2023 y de 400 millones de euros para el 2024.
Es necesario señalar que Correos no ha indicado que el cierre oficial de los ejercicios sea ese, hablan de forma interna de una "previsión", aunque parece que están ya poniendo la venda antes de hacerse la herida, que será más que probable. Solo hay que tener en cuenta que durante los ejercicios del 2018 al 2022, han acumulado la friolera cifra de casi 1.000 millones de euros de perdida.
Los motivos por los que Correos está perdiendo tanto dinero se centra sobre todo por la bajada de su negocio, con descensos en su división postal y estancamiento en paquetería express, y que, además, es la empresa estatal más grande en la actualidad. Según su propia web, son más de 78.000 los trabajadores que tiene en plantilla entre sus cuatro líneas de negocio.
Y pese a su capacidad operativa, el servicio postal español no es capaz de enderezar su rumbo, es más, cada año que pasa su situación se hace cada vez más crítica, con perdidas que son sufragadas por los contribuyentes mediante los presupuestos generales del estado.
Por el momento, y con los datos del año 2022 en la mano, la disminución de los ingresos se correspondió con la caída de envíos, que retrocedieron un 16,4% hasta los 1.368 millones. Y es que ya no se mandan tantas cartas, se calcula que en el año 2022 se enviaron 269 millones de cartas menos, cifras que serán muy superiores en el 2023 , y se espera que también en el 2024. Por otro lado, la actividad postal y de paquetería que presta la sociedad matriz Correos ingresó 1.567 millones de euros, el 79% del total del grupo, con un descenso del 6,7%, mientras que la de paquetería express (Correos Express) facturó 412,2 millones, un 0,3% más que en 2021.
Pero Correos Express, pese su superagresiva política comercial, también tuvo malos resultados en el 2022, con una perdida estimada de algo más de 10 millones de euros en su unidad, y la previsión para el 2023 son peores, debido al estancamiento de la economía, que está teniendo un efecto importante sobre las compañías de transporte urgente en España.
¿Y cuál será el futuro?
Por de pronto, parece que el futuro para Correos será seguir igual, siendo gestionado por una cúpula directiva elegida a dedo por el Gobierno de turno, y que acumulan un desconocimiento del sector, igual que el que tenían todos y cada uno de sus predecesores. Igualmente, la bajada de la calidad del servicio será cada vez más patente, con una limitación en inversiones, y veremos que ocurre con el personal.
El punto real de inflexión será cuando las cuantías sean ya imposibles de asumir. Y en ese momento, seguro que aparecerán distintas opciones como la de privatizar el servicio, vender la empresa (total o parcialmente), o "introducir" un socio estratégico, como han hecho en Renfe Mercancías, que al final es una venta encubierta.
Si miramos hacia Europa, podemos ver desde servicios postales públicos que son una referencia como el alemán (propietario de DHL) o el francés, ambos públicos y con una gestión profesionalizada, o el caso de CTT, el correo de Portugal, que paso a ser una empresa semi-pública que cotiza en bolsa.
La pregunta es, ¿qué queremos que sea Correos en el futuro?
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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