Tiempos de incertidumbre

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Tiempos de incertidumbre

En pocos años hemos pasado de vivir y trabajar en entornos de cierta calma, donde las incertidumbres que se presentaban estaban muy localizadas, a un escenario interconectado, donde cualquier situación de incertidumbre, contagia de forma automática a toda la cadena de suministro, y en un tiempo reco

Descripción

En pocos años hemos pasado de vivir y trabajar en entornos de cierta calma, donde las incertidumbres que se presentaban estaban muy localizadas, a un escenario interconectado, donde cualquier situación de incertidumbre, contagia de forma automática a toda la cadena de suministro, y en un tiempo récord.

Con estos tiempos de incertidumbre, parece que tendremos que convivir durante un largo periodo, y quien no se adapte a esta nueva realidad, terminará pereciendo, no ante sus competidores ni por sus servicios, lo hará por no poder ofrecer una mínima garantía de servicio a sus clientes.

Queda claro que hacer una proyección futura, puede ser además de aventurada, ciertamente temeraria, pero aun a costa de parecerlo, creo que es necesario señalar algunos de los aspectos futuros que pueden suponer un mayor momento de inestabilidad para el transporte durante los próximos tiempos.

En primer lugar, la guerra de Ucrania, de cuyo devenir penderá la situación mundial de los costes de energía sobre todo, con la implicación que tiene en el combustible, la mayor partida de costes para una empresa de transporte. Controlar el nivel de precios del combustible es una de las tareas prioritarias, tal y como si se estuviera operando en bolsa, pero la situación lo requiere, casi el 50% del coste de un camión se lo lleva la partida del combustible.

Sumando al combustible, o mejor dicho, al tipo de combustible, otro aspecto importante para los próximos tiempos será ver el desarrollo de las distintas legislaciones de movilidad, tanto a nivel de descarbonización, pago por uso de carreteras, o las distintas legislaciones para la distribución urbana. En este sentido, el mayor problema para el transporte no solo será adaptarse a las nuevas legislaciones, será la falta de garantía jurídica, derivada de las múltiples instituciones implicadas (ayuntamientos, Gobiernos autonómicos y Unión Europea). Esta inseguridad ya tiene repercusión actual, frenando en muchas ocasiones las inversiones que las empresas desean afrontar.

Y si seguimos hablando de cambios jurídicos, no es posible olvidarse de algunos de los principales cambios que están todavía en la "nevera" en España, como es la aprobación definitiva de la ley que permita la circulación de los camiones de 44 toneladas, o una de las que pueden ser más importantes en el panorama del transporte en España, como lo es el desarrollo de la regulación de la ley de subcontratación de transporte.

Debemos de recordar que la ley de subcontratación fue una de las principales exigencias del sector, que le llevó a la huelga en el 2021 y 2022. La exigencia de "limitar" la cadena de subcontratación de un servicio de transporte, que sea clara y sencilla de aplicar, es un beneficio para todos, supone poner una barrera al empobrecimiento que supone una cadena de subcontratación, y garantiza un mejor servicio al cargador, teniendo un contacto más directo con el transportista efectivo (una de las peticiones más habituales en los últimos tiempos por parte de los cargadores).

Como se puede ver, muchos frentes e importantes incertidumbres las que nos tocan vivir en los próximos tiempos.

Artículo opinión