Otro paso más en las idas y venidas de los planes de sostenibilidad (no será la última, por desgracias), y es que la clase política sigue dando muestras de su poca competencia, y sobre todo, de intentar legislar ideológicamente, sin que ello tenga una conexión con la realidad.
Hace pocas semanas que la Unión Europea acordó aplazar dos años la entrada obligatoria de los vehículos Euro 7 (2025 para coches y 2027 para camiones), lo que supone un importante retroceso en el plan de sostenibilidad. Pero ahora, la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, se desprende con una propuesta, que, empeora la situación, ya que proponen retrasar esa entrada en vigor aún más allá de las "nuevas fechas (2025 y 2027).
Es cierto que los límites de las emisiones seguirán siendo estrictos, pero esta propuesta lanzada por la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, ha votado a favor de retrasar de 2025 a 2030 la entrada en vigor de la normativa para rebajar las emisiones contaminantes de los coches y hasta 2031 para los camiones. En definitiva, con esta nueva norma, se retrasaría en 4 y 5 años, lo que propuso la comisión, un auténtico despropósito.
El camino que le queda a esta nueva propuesta, en primer lugar, es el pleno del parlamento, donde debería de ser aprobado. Se estima que el mismo puede ser votado durante el mes de noviembre, por lo que tendremos noticias en breve. Si el texto es aprobado, pasaría a un siguiente nivel de negociación, entre el parlamento y el consejo de la Unión Europea, que está compuesto por los países miembros. Y esta negociación si puede ser más larga en el tiempo, debido a que de el tiene que salir la norma final que se aplique, pero no se nos escapa, que en caso de ser aprobado por el Parlamento Europeo, la norma tiene muchas posibilidades de ser una realidad.
¿Qué está ocurriendo?
Lo que está sucediendo, es el fiel reflejo de las batallas de poder propias entre la clase política, y los intereses empresariales de la industria de automoción. La clase política gusta de legislar según su ideología, lo cual es loable, siempre que este "conectado" con la realidad. Ante este tipo de legislaciones, las industrias presentan sus credenciales mediante los lobbies, que presionan para llevar el juego al terreno de sus intereses.
Y con estos ingredientes, somos espectadores privilegiados de una legislación a la carrera por la sostenibilidad, que es frenada en seco por el lobbie de la automoción, que ya ha declarado abiertamente, que los pasos que se están dando en el retraso de la entrada de la norma del Euro 7, todavía, está muy lejos de sus objetivos.
También es cierto que los plazos que se acordaron desde la Unión Europea, eran del todo irreales, casi imposibles de cumplir. Este punto ya fue reclamado tanto por la asociación de fabricantes como de otros sectores afectados como el del transporte por carretera, que consideran, todavía, que las fechas, aunque sean ya un calendario más realista, todavía quedan lejos de poder ser cumplidos al 100%.
Otro aspecto a tener en cuenta, es la discusión en la descripción de los vehículos Euro 6/VI, determiandos como altamente contaminantes por la UE, mientras que las asociaciones de fabricantes o de transportistas, declaran que esas regulaciones, han cumplido su cometido. Y en el fondo de esta discusión es el resultado de la norma Euro 7, y el posterior sainete de retrasos.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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