El cambio de Gobierno en España, está teniendo su lógica consecuencia con el cambio de sillones dentro de las distintas empresas públicas, y la de Correos se puede decir, que es, posiblemente, una de las sillas "eléctricas", en la que le tocará sentarse a Pedro Saura, anterior director de paradores.

Como la inmensa mayoría de los que han sido directores de Correos, el señor Saura llega con un escaso conocimiento del sector, y heredando una empresa con una infraestructura gigantesca (en España nadie tiene una de tal tamaño y capilaridad), y con unas perdidas que cada vez son más difíciles de sostener. Correos se sostiene gracias a las ayudas que recibe del Estado por medio de los presupuestos generales, ya que su actividad más tradicional, el envío de cartas y paquetes, mengua año tras año. El volumen de este tipo de mercancía, se reduce cada año, y además, debemos de sumar que la posición de Correos frente a otros operadores y empresas privadas de transporte, cada vez es más pequeña (en los últimos 4 años se estima que han perdido casi 15 millones de usuarios).

Las ideas "visionarias"

Frente a unas perdidas de tal calibre (sobre 1.000 millones de euros acumulados), los equipos directivos han intentado crear y generar negocio con otras líneas distintas a las habituales, casi todas ellas, con muy escaso éxito, como fue el fiasco de Correos Cargo en el año 2022, donde se llegó a presentar un avión rotulado de Correos, pero no se supo más del tema.

La realidad es que todos los nuevos negocios impulsados o reactivados por el equipo de Jose Manuel Serrano durante su mandato al frente de Correos han ‘pinchado’ en su mayoría, por no decir que han sido un auténtico fracaso. Los costes laborales y de infraestructura que tiene Correos hace imposible competir con las empresas privadas, sea el ámbito que sea.

Pero nos queremos detener en Correos Market, o "El Amazon de la España Vaciada" como le llamaron. Todo el mundo del sector del retail y las ventas online saben que este tipo de planteamientos, nunca han llegado a nada, más que para gastar, habitualmente, dinero público para "competir" con el que es posiblemente el mejor marketplace del mundo. Correos no quiso perderse su turno de gastar dinero, y lanzo este servicio, en cuyo escaparate se podían promocionar productos únicamente españoles, sin ningún tipo de comisión de venta, y ofreciendo un servicio de logística y envíos, que estos, si eran cobrados.

Se supone que el objetivo era apoyar a las empresas pequeñas de las zonas más rurales, ofrecer toda la parte del marketplace "gratis", y cobrar los envíos y la logística, toda una idea "revolucionaria". Y como tal, los resultados han sido desastrosos, como todos los nuevos negocios que se han puesto en marcha, que únicamente han logrado engordar la deuda de Correos, mientras otros correos públicos europeos, siguen ampliando sus negocios y estructuras, eso si, desde los beneficios y la buena calidad de servicio que generan.

"Otros" negocios

Las líneas de negocio que el equipo directivo de Correos ha puesto en marcha en los últimos años, no solo tienen que ver con el mundo digital. Con una estructura de 2.500 oficinas en toda España, y admitiendo que, además, un número importante de las mismas son elementos vertebradores en muchas comarcas de lo que se llama "España Vaciada", los directivos se han lanzado durante este año a convertir las sucursales de Correos, en una especie de Boutique multiventa.

Y como multiventa podemos señalar esos otros negocios como la venta de entradas, gestionar el pago de recibos o contratar un seguro de vida. Es decir, intentar que el ciudadano que acude a una sucursal, pueda salir de ella con "algo colocado", algo muy similar a lo que hacían las entidades bancarias en los inicios de los años 2000.

Los sindicatos nunca han comulgado con estas ideas de convertir en un bazar chino una oficina de correos, ni tampoco convertir a los funcionarios en "comerciales", aún y cuando la empresa siga costando millones de euros al estado, y todos los contribuyentes. Los encontronazos entre la dirección y los sindicatos es constante, y la apertura de nuevas líneas de negocio han sido un foco de conflicto laboral permanente.

Es cierto que Correos no debería de ser una tienda multicompra, pero también es verdad que ante la tesitura actual, con la red de sucursales y la capilaridad, el papel más tradicional de Correos debería de ser superada para buscar un modelo de negocio "distinto", pero sostenible. Haciendo las cosas de forma ciertamente desconectada y chapucera, Correos es la principal red física de venta de entradas para espectáculos, con 100.000 entradas vendidas anualmente.

Otra línea de trabajo o negocio, es la relacionada con las entidades bancarias (pagos de recibos, etc). Esta actividad, poco agradecida para el funcionario de ventanilla de Correos, bien articulado, por ejemplo, puede ser una solución para muchas zonas rurales, donde las entidades bancarias están retirando su presencia, pero Correos sigue manteniendo una red de oficinas de proximidad. Con estas premisas, todavía no se explica como el resultado de esta línea de negocio no despega, si tiene, todos los ingredientes. ¿Mal planteado? ¿Poco apoyado por los funcionarios de Correos?

Telefonía y seguros, son otras de las líneas que ha intentado Correos incorporar a su portfolio, mediante alianzas con empresas privadas, que pudieran posibilitar la incorporación de nuevos clientes mediante el contacto de su fuerza de reparto (carteros) y de su red de oficinas. Seguros de vida, fibra óptica o pólizas de automóvil se han incorporado a las oficinas con un volumen muy elevado de visitas, pero las cifras finales de negocio, distan mucho de los que se estimaban inicialmente.

Metaverso, Criptos y medicamentos

Buscando y buscando, no hay línea de negocio que no se haya incorporado, como el metaverso de Correos, donde se desarrolla dentro de un mundo virtual a la entidad. En un producto tecnológico que parece perder fuelle como es el metaverso, Correos adjudico un contrato a una empresa externa, para crear una realidad virtual donde los clientes pueden interactuar con la entidad y otros clientes.

Desde Correos se ha publicado en reiteradas ocasiones, frente al globo desinflado que está suponiendo el metaverso, que estaríamos no ante una línea de negocio, sino a una acción de "branding" o de mejora de la imagen de marca, lo que deja al descubierto que las acciones en ocasiones, no se coordinan de forma meticulosa, o por lo menos, esa imagen se proyecta.

En esta línea, se emiten también comunicaciones de nuevas potenciales líneas de negocio, como el desarrollo de una rede de Blockchain con tecnología Ethereum, para crear modelos de negocio basados en criptoactivos, y que quiere competir con el bitcoin. Se desconoce si realmente estamos ante una nueva línea de negocio, real, o de un globo sonda para no quedar atrás, o certificar que, realmente, el rumbo de la entidad, es completamente desconocido.

Pero el gobierno no deja de pasar la ocasión para ayudar, no a Correos, sino a los gestores que han designado a dedo como directores de la misma. La noticia del decreto que el Gobierno aprobó, y mediante el cual, se abre la puerta a que Correos pueda llegar a distribuir medicamentos, refleja perfectamente la imagen de una entidad perdida en su dirección, abriendo nuevas líneas de negocio ruinosas a diestro y siniestro, dirigida sin el menor rigor empresarial ni sectorial, por unos directivos nombrados a dedo.

Carlos Zubialde

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