El famoso dicho, que dice que "nunca llueve a gusto de todo el mundo", sigue siendo muy cierto en cuestiones espinosas, como lo es el de la nueva normativa que se quiere aprobar para poder permitir la circulación de los camiones con mayor capacidad de carga, las famosas 44 toneladas.

Después de muchos años de discusiones, (algo más de una década), parece que la Dirección General de Tráfico ha iniciado la tramitación de la normativa que permitirá modificar el reglamento general de vehículos, sobre todo en la autorización de nuevos pesos y medidas. De esta forma, la nueva normativa aprobaría el uso de los conjuntos Euro modulares, incluyendo los Eco Combi o Duo Tráiler de 32 metros de longitud y 72 toneladas de MMA, la ampliación de la altura máxima permitida a 4,5 metros para determinados tipos de transporte (transporte de paja, animales vivos y suministro de proveedores a industrias en distancias inferiores a 50 kilómetro), y la ampliación del actual tonelaje de los vehículos articulados hasta las 44 toneladas para el transporte de mercancías por carretera, aumentando en consecuencia la capacidad de carga de dichos vehículos.

Este cambio supone aumentar la capacidad de carga de estos camiones en un 16%, una cuantía muy importante. Y además tenemos que señalar que la Directiva europea que se está simultáneamente tramitando contempla autorizar de manera automática el transporte internacional de vehículos con 44 toneladas entre todos los Estados miembros que lo permitan (y lo tengan aprobado claro esta), que en la actualidad está autorizado ya en 13 Estados miembros, entre otros, todos los fronterizos con España.

Con todo esto, no todos tienen la misma opinión, y se hace necesario una cierta aclaración de las posiciones, y los motivos que llevan a cada uno a esas posiciones.

El colectivo más feliz con esta nueva normativa es la de los cargadores o clientes. Desde todas sus organizaciones se ve con excelentes ojos esta nueva normativa, porque entiendes que al tener más camiones con mayor capacidad, necesitarán menos camiones para poder realizar sus transportes de mercancías. Pero no solo es por una cuestión de eficiencia, también lo ven como parte de una solución al problema futuro de la falta de conductores (se garantizan mayor disponibilidad al necesitar menos camiones), y sobre todo, porque debido a su poder de negociación, están pensando en que el coste por transporte será igual entre lo que pagan actualmente por un camión "normal" y el futuro de 44 toneladas. Menos camiones y al mismo precio, los números les encajan.

Otro colectivo también relativamente feliz es el de las patronales de las empresas de transporte, que ven una ocasión para poder paliar en cierto modo la falta de conductores, por un lado, y no olvidemos, que debido a su mayor robustez financiera, ofrecer este tipo de nuevos camiones a los grandes clientes, pudiendo ir eliminando pequeños competidores.

Y también tenemos al colectivo de los transportistas autónomos y pequeñas empresas, que durante años no se han alineado con este cambio de normativa porque entendían que las grandes empresas podrían utilizar su mayor músculo financiero para dejarles fuera del mercado, sobre todo en las grandes cuentas de clientes, que pueden exigir este tipo de vehículos para sus cargas.

En la actualidad, este colectivo está en un momento de reflexión frente a este cambio normativo, eso sí, pidiendo siempre que las normas protejan a todos los transportistas y en especial a los más pequeños, para que estos puedan ir adaptándose a un cambio que se considera estructural y muy relevante en el panorama del transporte de mercancías por carretera.

Carlos Zubialde

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