Que la distribución urbana es posiblemente el mayor de los retos junto con la logística inversa (devoluciones) es sabido y conocido. La distribución urbana nunca fue sencilla, pero la aparición del comercio electrónico trajo por un lado un mayor volumen de envíos a repartir. Y por otro lado las restricciones de tráfico y acceso a las ciudades cada vez son mayores, horarios limitados, menos zonas de carga y descarga así como un mayor número de calles peatonalizadas.

La gran mayoría de empresas especializadas en distribución urbana han visto también como se crean un buen número de Startups, muy focalizadas en la distribución de "última yarda". Estas empresas junto con las que ya existían anteriormente buscan una mayor rapidez en las entregas, y que estas sean sostenibles tanto económica como medioambientalmente.

El "nuevo" modelo que se impone es la distribución utilizando los llamados "microhubs" dentro de los entornos urbanos. Pero, ¿Qué es un microhub?

Como tal entendemos que es una plataforma de cross docking (intercambio de mercancía), de pequeño tamaño y situado en entornos urbanos. Su objetivo es que se deposite toda la mercancía que tiene que ser repartida en una zona aledaña, y a la misma acudan los repartidores/mensajeros a recoger los envíos de cada una de sus zonas, para comenzar desde allí el reparto.

Habitualmente, estos repartidores, al tener que hacer distancias cortas (en una ciudad pueden existir muchos micohubs), los vehículos que utilizan son bien eléctricos, o cargobicis e incluso andarines.

La problemática se suscita, ya que no existe ninguna normativa actual para poder reglar este tipo de instalaciones. Ante la falta de una normativa clara, las empresas que quieren utilizar estos sistemas se ven "frenadas" ante los impedimentos municipales en cuanto a documentación se refiere. Parece un tanto loco, pero las propias autoridades municipales, que abogan por una ciudad más "amable" y sin vehículos, no ayudan a las empresas de distribución con su reglamentación en lograr ese objetivo.

Esta claro que en los nuevos tiempos son necesrias nuevas normativas, la logística no esta integrada en el día a dñia de las ciudades. El entorno urbano y su planteamiento ven la logística y la distribución como un "peaje" a pagar, cuando una colaboración por parte institucional, solucionaría muchos problemas actuales que sufren algunas ciudades.

El objetivo no es cambiar coche diesel por coche eléctrico, el objetivo es que la distribución de envíos de e-commerce no sean necesarios los coches, o por lo menos, que su uso sea el mínimo posible. Una buena gestión de microhubs se antoja cada vez más necesario.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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