Las exportaciones de China en julio superan expectativas pese a tensiones comerciales y restricciones internacionales
A pesar de las tensiones comerciales y restricciones internacionales, China presenta un crecimiento en sus exportaciones e importaciones en julio, impulsando su economía.

Las exportaciones de China en julio superaron las previsiones, incrementándose un 7,2% interanual, frente al 5,4% pronosticado y acelerando respecto al 5,8% de junio. Este crecimiento se produjo en un contexto en el que la tregua en la guerra comercial con Estados Unidos está cerca de finalizar, antes de la próxima semana, mientras se intensifican las tensiones por las compras de hidrocarburos rusos por parte de China. Por su parte, Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, consideraba la implementación de tarifas adicionales que podrían llegar hasta el 100%, incluyendo un posible arancel del 40% sobre productos rerutados a través de hubs transitarios, un 25% sobre bienes procedentes de países que compran petróleo ruso y un 100% en chips y productos farmacéuticos.
En julio, las importaciones chinas aumentaron un 4,1%, sorprendiendo a los analistas que preveían una caída del 1%, y subieron desde un incremento del 1,1% en junio. Este aumento indica una mejora en la demanda doméstica, a pesar de las amenazas de nuevos aranceles y restricciones internacionales. Como resultado, el superávit comercial de China se redujo a $98.240 millones, menor que los $114.770 millones reportados en junio, reflejando una disminución en las exportaciones hacia Estados Unidos, que cayeron un 21,67% interanual en ese período, mientras que las exportaciones hacia países ASEAN crecieron un 16,59%, destacando el papel cada vez más relevante de estos mercados en el comercio bilateral y en las cadenas globales de suministro.
Respecto a las relaciones con Estados Unidos, Trump afirmó que ambas naciones están próximas a cerrar un acuerdo comercial y que, de lograrse, se reunirían con Xi Jinping antes de fin de año. Sin embargo, la finalización de la tregua comercial aún no es segura, y las restricciones persisten, generando incertidumbre en los mercados internacionales y en las cadenas globales de suministro. Por su parte, el déficit comercial de Estados Unidos con China en julio se redujo a $98.240 millones, alcanzando su nivel más bajo en más de 21 años, evidenciando un cambio en la balanza comercial.
Desde el punto de vista interno, las autoridades chinas están priorizando el fortalecimiento del sector doméstico para contrarrestar las tensiones comerciales y reducir los efectos de la deflación. La inversión en reformas y en la regulación del mercado inmobiliario, así como en el control de la competencia desleal, busca evitar una profundización de la caída de precios y sostener la creación de empleo, aspectos esenciales para mantener la estabilidad social. Aunque un acuerdo con Estados Unidos y la Unión Europea aliviaría la presión externa y daría mayor margen para las reformas, economistas advierten que el crecimiento de las exportaciones probablemente se desacelere en la segunda mitad del año debido a los aranceles persistentes y al deterioro en las relaciones internacionales.