Qué poco tiempo hace falta para que las tornas cambien, para que el viento role de dirección, cambiando opuestamente. Donde antes soplaba de cola, e imprimía una velocidad de crucero, ahora puede soplar de frente, y detener tu marcha casi por completo.
Esto, que es tan habitual en la vida, parecía que las compañías navieras pensaban que no iba con ellas, que no les ocurriría. Estaban muy atareadas contando los grandes ingresos que estaban generando, pensando en que por lo menos un buen tiempo el viento seguiría soplando a sus espaldas, mientras los euros (o dólares) seguían llegando a sus cuentas bancarias.
Pero el viento ha cambiado, la demanda mundial está a la baja, el miedo a una recesión es más real que nunca, toca a las puertas de todas las economias. Y después de 2 años enlazando tarifas de fletes en el transporte marítimo que habían duplicado por 15 o 20 a las existentes antes de la pandemia del Covid19, están han tenido que bajar.
La consultora Drewry hace un estudio pormenorizado de los precios de los fletes de transporte marítimo, es el que llaman índice compuesto del World Container Index, es decir, un índice que recoge de forma compuesta todos los precios de los fletes de transporte marítimo a nivel mundial. Pues bien, este índice ha perdido el nivel de los 2.000 dólares, circunstancia que no sucedía desde el mes de junio de 2020. Se ha situado en 1.997 dólares por contenedor de 40 pies en fletes spot, y esto supone que este índice es un 81% más bajo que el máximo de 10.377 dólares, que se alcanzó en septiembre de 2021.
Además, han indicado que este dato “es el 26% más bajo que el promedio de los últimos diez años de 2.693 dólares. No obstante, el índice sigue siendo el 41% más alto que las tarifas promedio de 2019, año previo a la pandemia, que en ese momento era de aproximadamente 1.420 dólares por contenedor de 40 pies.
Y con todo esto, ¿qué?
Podemos imaginar lo que está ocurriendo con los equipos comerciales de las compañías navieras, equipos que han trabajado durante dos años sin la presión de necesitar generar negocio, solo "gestionaban" precios, altos, eso sí. Y ahora, las tornas han cambiado, deben de llamar a todos esos clientes a los que durante 24 meses han tratado de forma no muy adecuada, por ser benevolentes, para pedirles cargas, ahora necesitan llenar sus barcos.
¿Y qué hacen los clientes?
Hay de todo, los que aprovechan la ocasión para lograr las mejores tarifas en los dos últimos años, hasta los que han sacado la libreta donde apuntaban los agravios, para cobrarse la venganza. Todas las empresas, sean navieras o cargadores, son libres de tomar las decisiones que estimen más oportunas, pero todos deben de recordar, que las tornas cambian, siempre, y cada vez de forma más rápida.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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