Uno de los aspectos más críticos en una empresa de transporte son los gastos asociados a la flota de vehículos. El control sobre aspectos como el consumo de carburante, el mantenimiento general del vehículo o el desgaste de los neumáticos, son cuestiones que los jefes de tráfico y gestores de flotas tienen muy presente. Una desviación en cualquiera de estas partidas, supone la perdida de miles de euros, la perdida del margen comercial en un mercado tan maduro y peleado como es el del transporte de mercancías por carretera, e incluso puede poner en jaque la viabilidad de la propia empresa.

Un punto importante no solo desde la óptica del coste, sino también desde la óptica de la seguridad del conductor, vehículo y carga, es el control del desgaste del neumático. El uso prolongado de los neumáticos produce un desgaste en los mismos, pero este desgaste también se produce en función del modo de conducción que se haga con el vehículo. La desaparición del dibujo original del neumático (la banda de rodadura) es la que permite el agarre al asfalto, y cuando un neumático está desgastado puede provocar que el vehículo no se adhiera correctamente a la carretera, perdiendo el control sobre el mismo.

Existen varios tipos de desgastes distintos, el desgaste central es por causa de una excesiva presión en el neumático; por el contrario, el desgaste en las bandas de los lados puede ser producido por una falta de presión en el neumático o por un sobrepeso sobre ese neumático.

Además hay dos tipos de desgaste, el lateral, causado por la pérdida de paralelismo entre ruedas y ejes, y el desgaste irregular debido a un problema técnico de suspensión, dirección, etc.

Para minimizar el desgaste por un lado se tiene que poner atención en la revisión de la presión, en tener una conducción más eficiente, evitando frenazos etc; otra opción es también evitar el sobrepeso, que puede estar producido por la carga misma, o también por el peso del propio conjunto camión+remolque. El uso de componentes de peso reducido que permitan convertir remolques y  megaremolques en remolques ligeros, hace que se pueda transportar hasta 28 toneladas sin necesidad de permisos especiales.

El objetivo de este tipo de remolque ligero no es solo poder transportar más peso por cada porte, cuestión muy importante en un mercado como hemos dicho tan competido como el del transporte de mercancías por carretera, donde cada céntimo es peleado con el cuchillo en los dientes; este tipo de remolques aumentan la protección de los neumáticos, reduciendo su desgaste y ahorrando consumo de gasóleo.

El fabricante de ejes y suspensiones SAF-HOLLAND, lleva tiempo en el desarrollo de ejes más ligeros y con su sistema de control de presión, SAF-Tire Pilot Plus, hace que el consumo de gasóleo sea menor que en un remolque “tradicional”. Componentes que representan un valor añadido crucial para los transportistas, ayudando en los esfuerzos por conducir con cuidado para que el desgaste de los neumáticos sea el mínimo posible y ahorrar combustible.

El ahorro no solo se obtiene con una conducción eficaz, sino también por medio de la aportación de novedades técnicas y mecánicas, que además de ayudar en reducir el coste de consumo de gasóleo o del desgaste del neumático como en este caso, añaden un plus en la seguridad del transportista.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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